La crisis mundial generada por el coronavirus (COVID-19) no solo ha causado la paralización de las economías, sino que también ha derivado en un fuerte golpe para los bolsillos de los trabajadores, sobre todo de los migrantes que hoy se encuentran a la deriva.
Miles de venezolanos se han visto obligados a regresar a su país debido a que desde que se implementaron las cuarentenas en diferentes naciones, también se paralizaron sus ingresos diarios. Muchos de ellos dependen del día a día para poder subsistir.
El éxodo venezolano en reversa
Migrantes venezolanos aseguran que ya no son bien recibidos en #Colombia y quieren volver a su país. Allí les esperan las garantías del estado, pero también un sistema de salud amenazado por el coronavirus.#DWNoticias /jam pic.twitter.com/I2Obte5XgR
— DW Español (@dw_espanol) April 4, 2020
Las empresas que se encuentran paralizadas empiezan a tomar la decisión de despedir a cientos de trabajadores; otras, han preferido no pagar salarios. Entre tanto, quienes laboraban en el sector informal se han visto de brazos cruzados y sin poder percibir ingresos.
La pandemia del COVID-19 puso a los venezolanos vulnerables en una crítica situación: sin ingresos, sin ahorros y sin poder pagar alquileres ni servicios se ven obligados a regresar. En países como Perú y Colombia muchos venezolanos han quedado en la indigencia por no poder pagar los alquileres de sus viviendas. Las medidas sanitarias exigen que no pueden salir a trabajar, muchos no reciben atención médica o ayudas sociales.
Perú, por ejemplo, decidió gestionar apoyo humanitario junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y con la Unión Europea (UE); esto ante la preocupación que genera la situación de los venezolanos en grave situación de vulnerabilidad.
“Somos conscientes que la población venezolana migrante es una de las más vulnerables. Agradezco a @ONUPeru, ACNUR, OIM, UE y Save the Children por la creación de un fondo para asistir a ciudadanos venezolanos en situación de necesidad y que requieran de mayor apoyo”, celebró el ministro de Relaciones exteriores de Perú, Gustavo Meza Cuadra.
Pero aunque se conoció el apoyo de los organismos internacionales, la ayuda no es suficiente para los más de cinco millones de migrantes en el mundo de los cuales la mayoría no cuenta con estabilidad laboral. “Me despidieron, en cuanto empezó la emergencia sanitaria aquí en Chile, la empresa para la que trabajó empezó a despedir a decenas de nosotros, hoy me tocó a mí; me quedé sin trabajo pero gracias a Dios había logrado ahorrar un dinero con el que espero aguantar hasta que acabe esta pesadilla”, señaló David Cárdenas a PanAm Post.
“Trabajo para una cadena de hoteles en Lima y aunque no están despidiendo a trabajadores directamente, la empresa decidió no pagar los salarios; dijeron que una vez termine la crisis podremos regresar a nuestros puestos, mientras, no percibiremos nada de dinero”, agregó Daniel Córdova a PanAm Post.
Según la encuestadora Equilibrium Cende, 33 % de los migrantes venezolanos en Perú se quedó sin empleo durante la cuarentena. Asimismo 37 % de los venezolanos encuestados manifiesta que en sus hogares no están abastecidos, deben salir diariamente a comprar, pero no tiene dinero para hacerlo.
Un artículo de El Clarín reveló que “unos 600 venezolanos cruzaron el puente internacional Simón Bolívar este fin de semana, en lo que sería el primer grupo de inmigrantes que retorna al país por haber perdido su empleo a causa de la pandemia del coronavirus”. Y pese a que las condiciones en Venezuela no han mejorado, a los migrantes les ha resultado imposible pagar el arriendo y por ahora lo que más necesitan es un techo: Allá está mi casa, de allá nadie nos saca, de aquí sí”, expresó una venezolana al diario La República.