En plena pandemia por la expansión del coronavirus, Venezuela enfrenta un caos sin precedentes por la escasez de gasolina, a tal punto que miles de venezolanos han decidido violar la cuarentena para buscar combustible.
En esto convirtió la dictadura a la nación con las reservas petroleras más grandes del mundo: Venezuela era capaz de autoabastecerse de combustible. Hoy, en medio de una pandemia, nuestra gente en todo el país hace colas kilométricas por gasolina. pic.twitter.com/YlX6S0eqO6
— Juan Guaidó (@jguaido) April 14, 2020
Al menos un millar de motorizados decidieron violar el aislamiento social en el estado Carabobo, al centro del país, para acudir a una estación de gasolina; el lugar se convirtió en un peligroso escenario de propagación del COVID-19 debido a la presencia multitudinaria.
#14Abr | ⛽ Esta es la cantidad de motorizados que esperan surtir gasolina en la estación de sevicio Makro en Valencia, estado Carabobo.
?: Cortesía. pic.twitter.com/u8b3PAsK2Q
— El Diario (@eldiario) April 14, 2020
Al mismo tiempo en otras estaciones de servicio del país, venezolanos, entre ellos policías, militares, médicos y personas que cumplen servicios esenciales, hicieron también colas kilométricas para abastecerse del combustible, una situación que coloca en estado de vulnerabilidad a miles de ciudadanos.
El desabastecimiento de gasolina no es nuevo para los venezolanos, aunque Nicolás Maduro lo atribuye al “recrudecimiento” de sanciones impuestas por Estados Unidos; la verdad es que la escasez surge desde hace años de manera intermitente debido al precario estado de las refinerías venezolanas y la baja producción petrolera.
De seis refinerías instaladas en el país suramericano, solo dos están operando con un 6 % de su capacidad, dijo el economista Rafael Quiroz.
La situación se ha vuelto tan insostenible que ahora los venezolanos compran gasolina por contrabando desde Colombia; lo que significa que el país con las mayores reservas de petróleo del mundo estaría importando de manera clandestina el combustible para que luego sea revendido.
“La gasolina importada destaca por su color. Es más clara que la local. Los pimpineros venden cinco litros de ella por 10 dólares, uno menos que igual cantidad de la venezolana (sic)”, señala un reportaje de La Voz de América.
Venezolanos denuncian que la Guardia Nacional está vendiendo a 2 dólares el litro, lo que se traduce en hasta 100 dólares para llenar un tanque de un vehículo mediano, mientras el sueldo mínimo mensual en el país no sobrepasa los 10 dólares.
Un reportaje del New York Times también hace referencia a la crisis de combustible: “Venezuela pasó de tener los precios de la gasolina para el consumidor más baratos del mundo, a tener uno de los más costosos: 15 dólares por galón (3,96 dólares por litro)”, señala.
El régimen de Maduro es el encargado de la distribución y producción de gasolina, es el Gobierno del chavismo el que maneja las refinerías y las exportaciones; por lo que solo la dictadura es responsable de lo que sucede con el combustible y la elevada escasez.
“La cuarentena ha hecho que el consumo de gasolina disminuyera. Si estuviésemos en condiciones normales, no habría posibilidad ni de hacer el pobre abastecimiento que han hecho hasta ahora. Esta coyuntura les da tiempo para evaluar las opciones”, señaló el economista José Toro Hardy al diario El Nacional.
Maduro desesperado busca privatizar la gasolina
Según una información reportada por el portal HispanoPost, el régimen de Nicolás Maduro estaría analizando privatizar la comercialización de la gasolina en el país.
“La propuesta, que ha sido discutida por la junta directiva de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), busca hallar una solución a la crítica situación del abastecimiento de combustible”, señaló al portal de noticias una fuente ligada al sector.
HispanoPost destaca que existe la posibilidad de que sean los privados quienes adquieran el combustible, en vista de que están exentos de las sanciones de Estados Unidos; además estarían a cargo de la distribución y de la venta en todo el país.
De acuerdo con el economista venezolano José Toro Hardy, la tiranía buscaría aplicar en las estaciones de gasolina el mismo modelo de los bodegones en Venezuela.
“El país no está en condiciones de seguir manejando algo que da pérdidas tan grandes. Pero seguramente les concederán las estaciones de servicio a sus ‘amigos’, separados de Pdvsa y del Estado para que no sean objetos de sanciones”, señaló Toro Hardy al diario El Nacional.