La pandemia del coronavirus se convirtió en la mejor arma del régimen de Nicolás Maduro; pareciera que el virus fue creado a la medida de la tiranía.
Aunque el origen del virus se discute a nivel mundial; la realidad es que China mintió al mundo sobre la peligrosidad de la enfermedad, ocultó cifras y datos, a tal punto de permitir que la expansión del virus fuera inminente. Pero en Venezuela, uno de los países más vulnerables en materia de salud pública, la enfermedad no se ha desbordado y hasta ahora se conocen oficialmente solo 256 casos y 9 fallecidos. Las cifras oficiales son cuestionables, se desconoce si hay más casos en el país o si el virus llegó hace más tiempo a Venezuela.
Maduro, que hasta hace poco temía su caída, ahora aparece fortalecido en transmisiones televisivas hablando y tomando decisiones para combatir la enfermedad en Venezuela. El coronavirus es la oportunidad de oro que tiene el régimen para tomar el control del país bajo el alegato de una pandemia.
Nicolás Maduro maneja los datos mientras persigue y detiene a médicos y periodistas por informar sobre la enfermedad; y además usa “la emergencia sanitaria” para mantener el control social en todo el país.
El coronavirus en el país suramericano se convirtió en la excusa perfecta del régimen: mantiene a los millones de venezolanos en aislamiento social, recibe ayuda humanitaria de organismos internacionales (lo que lo legítima), emprende persecución política, y además neutralizó a su principal enemigo político, el presidente interino Juan Guaidó.
Justo antes de iniciar la emergencia sanitaria mundial, Guaidó había llamado a retomar las calles en protesta contra el régimen de Nicolás Maduro; la llegada del “estado de emergencia por coronavirus” impidió que los venezolanos salieran a manifestar y por lo tanto a respaldar al presidente interino.
Sin embargo, la existencia del coronavirus le cayó como “anillo al dedo” a Maduro; decretó cuarentena obligatoria el pasado 13 de marzo, militarizó las calles y neutralizó por completo las protestas. La excusa fue perfecta, no prohíbe marchas por tirano, sino para supuestamente prevenir la expansión del coronavirus.
Maduro se ampara en un estado de alarma que le otorga facultades especiales, en las que además se apoyó para declarar un toque de queda nocturno en poblaciones fronterizas con Colombia.
Pero esto no es todo; en medio de la pandemia, Venezuela enfrenta una escasez de gasolina sin precedentes donde los venezolanos no tienen acceso al combustible. En cualquier otra circunstancia la falta de gasolina hubiera causado miles de manifestaciones y quizás hasta un levantamiento social; sin embargo la cuarentena decretada por la pandemia no solo impide las protestas, sino que los venezolanos no pueden salir a abastecerse del combustible.
Desde Venezuela reiteramos nuestro profundo agradecimiento a la Organización Mundial de la Salud y a la ONU, por toda la solidaridad y asistencia técnica que nos han brindado en ayuda humanitaria verdadera para lograr contener la Pandemia y proteger la salud de nuestro pueblo. pic.twitter.com/oCOgrhLQaC
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) April 20, 2020
Por otra parte, durante el estado de emergencia se han dado detenciones arbitrarias y un aumento de ataques contra políticos, periodistas y trabajadores de la salud.
Como si fuera poco, la llegada del coronavirus a Venezuela habría aliviado a Maduro desde el punto de vista internacional. Los países del mundo, a excepción de Estados Unidos, desviaron la mirada sobre la crisis en el país suramericano y ahora invierten todos sus esfuerzos en luchar contra la expansión del virus.
De confirmarse la teoría que el COVID-19 fue creado un laboratorio de Wuhan con la complicidad del régimen chino, entonces Nicolás Maduro tendrá nuevas razones para agradecerle al país asiático, no solo por su sociedad comercial, sino porque además la pandemia logró apaciguar los movimientos en su contra.