En cuanto llegó la gasolina iraní a Venezuela, Nicolás Maduro decidió relajar la cuarentena; una muestra de que el régimen habría declarado el aislamiento social para evitar caos y protestas por la falta del combustible.
Venezuela enfrenta una escasez de gasolina sin precedentes donde los venezolanos no tienen acceso al combustible. En cualquier otra circunstancia la falta de gasolina hubiera causado miles de manifestaciones y quizás hasta un levantamiento social; sin embargo la cuarentena decretada por la pandemia no solo impidió las protestas, sino que los venezolanos no podían salir a abastecerse del combustible. Ahora con la gasolina que llegó de Irán, sí podrán, pero a medias.
Contrario a lo que sucede en el mundo, a pesar de que los casos de coronavirus van en aumento y se han duplicado, Maduro anunció que a partir de este lunes flexibilizará el confinamiento.
El régimen que hace dos semanas llamaba a redoblar la lucha contra la pandemia en todo el país, ahora dice que el “máximo nivel” de alerta se mantendrá solo en los poco más de cuatro mil kilómetros de frontera que Venezuela comparte con Brasil y Colombia.
En el país suramericano entre el 13 de marzo y el 17 de mayo se contabilizaron 541 contagiados, una cifra que ascendió hasta 1.459 en los últimos días debido a un incremento de casos positivos entre los venezolanos; sin embargo Maduro aseguró que la curva de contagios está “aplanada”.
El tirano insistió en que la “vuelta a la normalidad” se hará de manera progresiva y estará “vigilada” por las fuerzas de seguridad y las autoridades sanitarias.
La “flexibilización” de la cuarentena coincide entonces con el momento en que llegó la gasolina al país y con la leve posibilidad de que parte de los venezolanos puedan acceder al combustible y quizás retomar alguna de sus actividades.
El sector de la construcción es uno de los que podrá retomar actividades, así como las ferreterías, talleres mecánicos, todos los sectores relacionados con la banca y las autopartes, así como peluquerías y tiendas de ropa y calzado.
Maduro dijo que el plan permitirá la flexibilización por 5 días, para luego retomar otros 10 de confinamiento absoluto.
Coronavirus a conveniencia
Maduro, que hasta hace unos meses temía su caída, ahora aparece fortalecido en transmisiones televisivas hablando y tomando decisiones para combatir la enfermedad en Venezuela. El coronavirus fue la oportunidad de oro del régimen para tomar el control del país bajo el alegato de una pandemia.
El régimen maneja los datos mientras persigue y detiene a médicos y periodistas por informar sobre la enfermedad; y además usa «la emergencia sanitaria» para mantener el control social en todo el país: mantiene a los millones de venezolanos en aislamiento social, recibe ayuda humanitaria de organismos internacionales (lo que lo legítima), emprende persecución política, y además neutralizó a su principal enemigo político, el presidente interino Juan Guaidó.
Falsas cifras
Mientras Maduro flexibiliza la cuarentena tras la llegada de la gasolina, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya desmintió al régimen de Nicolás Maduro y reveló que el 97,7 % de los test de coronavirus que realiza Venezuela son defectuosos.
Un informe de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela reveló a principios de mayo que el número de casos reportado por la tiranía de Nicolás Maduro «no parece ajustado a un escenario epidemiológico» como el del coronavirus (COVID-19). La institución adviertió que “el país debe prepararse para el impacto que representa un número de entre 1.000 y 4.000 casos nuevos diariamente durante el pico de la epidemia”.