Estados Unidos investiga al magnate venezolano, Wilmer Ruperti, quien habría ayudado a Nicolás Maduro a importar gasolina a Venezuela.
Dos altos funcionarios de EE.UU. revelaron a la agencia de noticias Reuters que el Gobierno de Donald Trump está detrás de Ruperti por haber enviado combustible a Venezuela desde Trinidad y Tobago.
“El tanquero que transportaba el envío de alrededor de 150.000 barriles en abril, había señalado a Aruba como su destino, pero dejó de transmitir su ubicación antes de descargar en la terminal El Palito de Venezuela”, según datos de Refinitiv Eikon y personas con conocimiento del asunto.
Ruperti dijo en una entrevista en abril con Associated Press que había enviado ese mes a Venezuela un cargamento de gasolina de 300.000 barriles y tenía la intención de enviar un millón de barriles más; una situación que pondría al magnate en la mira de EE.UU. por violar las sanciones.
“Los funcionarios estadounidenses han dicho que hay excepciones para bienes humanitarios como alimentos, medicamentos e, incluso en algunos casos, combustible, pero tales envíos requieren autorización explícita de Estados Unidos”, señala Reuters.
Los lazos de Ruperti con el régimen de Maduro son estrechos al punto de haber pagado la defensa legal de los “narcosobrinos” en Estados Unidos y también la del exgeneral chavista Hugo “el Pollo” Carvajal.
Las investigaciones sobre Ruperti surgen también luego de que la chavista Delcy Rodríguez se reuniera con el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley.
De acuerdo con el diario local Daily News el hijo del magnate venezolano habría realizado un pedido de gasolina a la estatal trinitaria Paria Fuel Trading Company.
Se trata de 150 mil barriles que la empresa ES Euro Shipping SA de José Guillermo Ruperti habría comprado y que tendría como destino del cargamento la isla de San Eustaquio, en las Antillas menores.
“Los problemas aparecieron cuando Euro Shipping pidió a Paria autorización para que la empresa venezolana IC Global participara de la operación. La gerencia de la estatal trinitaria se comunicó directamente con José Guillermo Ruperti para advertirle que, según las cláusulas del contrato, el combustible no podía terminar en Venezuela debido a las sanciones. El 21 de abril, un día después de que partiera el buque Aldan, con bandera liberiana, el empresario solicitó entonces un cambio de destino del envío: quería que el cargamento llegara a Aruba”, señala el Daily News.
Todo indica que tras la escasez de gasolina en Venezuela, el chavismo estaría utilizando a Ruperti para acceder al combustible y de alguna manera evadir las sanciones internacionales. De hecho, el 26 de abril llegó a Venezuela un cargamento de 150.000 barriles que coincide con el que habría salido de Trinidad, solo que aparece como vendedor la empresa Maroil Trading, registrada en Panamá y que sería del magnate Ruperti.