El régimen de Nicolás Maduro, a través de su chavista e ilegítimo Tribunal Supremo, solició a Italia la extradición de Rafael Ramírez, mejor conocido como el “Zar de Pdvsa”.
La tiranía, que ha sido cómplice y protagonista de la destrucción de la estatal petrolera venezolana, ahora busca juzgar a Ramírez a quien le otorgó poder como presidente de Pdvsa.
Según la sentencia N° 55-2020, Ramírez sería juzgado únicamente por su presunta participación en la comisión de los delitos de peculado doloso propio, evasión de procedimiento licitatorio y asociación, previstos en la Ley Contra la Corrupción y la Ley Contra Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.
Las reacciones no se han hecho esperar: “Interesante que pudieran extraditarlo. Un juicio en este caso es propio para verlo comiendo cotufas (palomitas de maís) y tomando refresco. Quién acusa a quién”, dijo el abogado Joel García a través de su cuenta en Twitter.
Ramírez también es investigado en Estados Unidos por fraude y soborno. El pasado 12 de junio se conoció que un tribunal en Estados Unidos dio luz verde para iniciar un juicio contra el zar de Pdvsa.
La compañía estadounidense Harvest Natural Resources demandó a Ramírez en Estados Unidos alegando que perdió millones de dólares cuando Venezuela se negó a permitir la venta de sus operaciones petroleras en el país a un comprador. La compañía también señaló que Ramírez y otros buscaron un soborno de 10 millones de dólares para aprobar la venta.
El exministro fue el “protegido” de Hugo Chávez Frías y uno de los hombres más poderosos del país suramericano al presidir durante diez años Pdvsa y sumirla en una crisis sin precedentes.
De acuerdo con la legítima Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, a través de su Comisión de Contraloría, se descubrió una malversación de fondos por 11.000 millones de dólares entre 2004 y 2014, justamente el período durante el que Ramírez estuvo a la cabeza de Pdvsa.
El informe de la AN revela que en la empresa se ejecutaron desde sobornos y sobreprecios hasta una serie de actuaciones que generaron pérdidas para el patrimonio nacional; entre ellas la poca transparencia sobre el uso de fondos, y poner recursos públicos en paraísos fiscales.
Con el paso de los años ha quedado en evidencia que Ramírez, el mismo que hoy lamenta la crisis económica que enfrenta Venezuela, es una pieza común de lavado de dinero tanto en Estados Unidos como en Europa.
El exfuncionario estaría involucrado en acciones ilícitas en EE. UU. luego de que se conociera que su hermano, Fidel Ramírez Carreño, está entre los beneficiarios del envío de millones de dólares soportados en facturas falsas. Otro familiar de Ramírez también es investigado en España, se trata de su primo hermano Diego Salazar Carreño, quien habría retirado cientos de millones de euros de la Banca Privada d’Andorra (BPA), filial de Banco Madrid. Actualmente está detenido por el régimen de Venezuela.
En 2015, agentes federales confirmaron a la prensa de ese país que estaba en curso una investigación sobre desvío de dinero de Pdvsa y que dichas pesquisas apuntan directamente a Ramírez, por supuestamente recibir sobornos por parte de empresas extranjeras a cambio de la adjudicación de contratos.
La investigación también buscaba determinar si las cuentas bancarias de Pdvsa en el extranjero estaban siendo utilizadas para el lavado de dinero proveniente del narcotráfico.