La justicia estadounidense perpetró un duro golpe contra Samark López, testaferro de Tareck El Aissami. La Corte Suprema reiteró que deberá entregar 318 millones de dólares a víctimas de secuestro por parte de la guerrilla colombiana Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
La Corte Suprema denegó este lunes 3 de agosto la solicitud de suspensión que introdujo la defensa de López, quien se negaba a entregar los bienes que le fueron confiscados.
López es testaferro de El Aissami, chavista ministro del petróleo de Nicolás Maduro. Ambos son acusados en Estados Unidos por sus vinculaciones al narcotráfico y al terrorismo internacional.
NEW: The Supreme Court has denied the stay request by Samark Lopez. This allows the three American defense contractors held captive for years by FARC to collect on their $318 million award from Lopez's frozen assets in the U.S. https://t.co/Lek9phDVPW
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) August 3, 2020
Un reportaje de la agencia de noticias AP reveló que un juez de una corte superior de Estados Unidos desestimó una apelación presentada por Samark López y les otorgó a Keith Stansell, Marc Gonsalves y Thomas Howes los derechos a cobrar la millonaria suma.
Los tres ciudadanos estadounidenses fueron capturados por las Farc en 2003, cuando su avión fue derribado durante un vuelto que monitoreaba el tráfico de drogas. Fueron liberados hace 12 años junto a la excandidata a la presidencia de Colombia, Ingrid Betancourt.
En 2012, un juez federal en Florida concedió a los tres hombres una indemnización de 318 millones de dólares a pagar de las cuentas bancarias incautadas a narcotraficantes ligados a las Farc, que está en la lista de grupos terroristas. Pero no habían podido recibir el dinero hasta que el presidente Donald Trump promulgó la Ley de Aclaración Antiterrorista, que permite que las víctimas de grupos terroristas reciban activos incautados por el Gobierno estadounidense con base en leyes antidroga.
La nueva normativa permitió que los hombres fuesen tras los activos de López bloqueados en Estados Unidos, que incluyen una cuenta de Citibank con 269 millones de dólares, dos yates, un avión y propiedades de lujo en Miami.
Samark López, el capo de la droga y testaferro de El Aissami
Samark López Bello es acusado de ser el principal testaferro de El Aissami y de poseer cerca de una docena de empresas vinculadas con el actual ministro de Petróleo de Venezuela.
López fue sancionado por Estados Unidos en 2017 como capo de la droga junto a El Aissami por lavar beneficios del tráfico internacional de narcóticos.
Durante el juicio por el reclamo de los activos, expertos de la acusación afirmaron que López solo tenía lazos indirectos con las Farc a través de su amistad con El Aissami, quien según las autoridades estadounidenses ayudó a la guerrilla a mover cocaína a través de Venezuela.
Samark López habría adquirido inmuebles en Estados Unidos por más de 20 millones de dólares en efectivo.
López fue el encargado de importar al menos 633 contenedores con las cajas de alimentos socialistas Clap, un plan de comida subsidiada que el régimen vende con sobreprecio a los venezolanos y que además está vinculado al narcotráfico internacional.
Un comunicado del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) califica a Samark López como «conspirador de El Aissami».
«López proporcionó apoyo financiero y asistencia material en apoyo de las actividades de narcotráfico internacional actuando por o en nombre de Maddah. Por más de dos años, López y otros defraudaron al Gobierno de Estados Unidos al participar en transacciones prohibidas por la Ley para la Designación de Cabecillas del Narcotráfico en el Extranjero y regulaciones relacionadas, además de evadir sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) de conformidad con la Ley de Cabecillas y regulaciones relacionadas», señala el documento.
De acuerdo con Estados Unidos, tanto El Aissami como López eludieron las sanciones trabajando con ciudadanos estadounidenses al obtener servicios de viajes, incluyendo jets privados.
«El Aissami y López Bello frecuentemente pagaban por estos servicios mediante intermediarios que entregaban dinero en efectivo a granel en Venezuela para posteriormente blanquearlo hacia y/o dentro de Estados Unidos. Se alega que ciertos vuelos fueron hechos en conexión con los deberes oficiales de El Aissami, notablemente viajes a Turquía y Rusia», agrega el ICE.