EnglishEl Banco Central de Venezuela (BCV) ha publicado su primer informe oficial de inflación desde mayo, y los resultados revelan el porqué estuvieron en silencio durante tanto tiempo. La variación en el nivel de precios admitida por el BCV es de 63,4% entre agosto de 2013 y 2014, el cual supera al de cualquier país de América Latina.
Reconocieron la semana pasada también que es el peor escenario visto por la nación socialista desde que el BCV comenzó a llevar los registros en 2008; los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas han aumentado en un 91%, el transporte en un 48%, ropa y calzado un 47,7%, y el cuidado de la salud en un 35,9%.
El informe del banco central atribuye las dificultades de la inflación a las manifestaciones en contra del Gobierno y a la “guerra económica” supuestamente respaldada por Estados Unidos. Afirma que los saboteadores y los especuladores han disminuido los niveles normales de la producción y la distribución de bienes de primera necesidad.
Los críticos afirman que el Gobierno de Nicolás Maduro retrasó la publicación del informe por temor a consecuencias políticas.
Steve Hanke, profesor de economía en la Universidad de Johns Hopkins, dice que el BCV ha retrasado informes a lo largo de 2014, y “por lo tanto, han roto sus propias reglas, es decir, que los informes de inflación deben ser publicados dentro de los primeros 10 días de cada mes”.
Hanke añade que el organismo estatal está subestimando drásticamente la gravedad de la situación: “los nuevos datos de inflación del banco están equivocados. Mi estimación para la tasa de inflación anual de Venezuela es de 138% […] Más del doble de la tasa oficial reportada, informó”.
Francisco Ibarra Bravo, director de Econometrica, una consultora económica, señala que el BCV ha llegado al punto de manipular la fórmula. Para los últimos tres meses, explica, el índice de precios ha sido calculado con el índice de Fisher, en lugar de índice de Laspeyres, que fue utilizado en el pasado.
“El índice de Fisher se calcula tomando la media geométrica de los índices de Laspeyres y de Paasche. El primero sobreestima la inflación y el otro subestima. Así, el índice de Fischer es como un promedio. Por sí mismo, el uso de la metodología para el cálculo de Fischer la inflación en los últimos meses no representa un cambio muy drástico en los datos, pero no es recomendable si el banco central no ha publicado estos datos desde mayo”.
El nivel reportado de la inflación no es el peor en la historia venezolana reciente, que serían los dos episodios de grave inflación, superior al 100% anual, a finales de 1980 y mediados de 1990.