EnglishÓscar Martínez es autor del libro Los migrantes que no importan, una crónica de los padecimientos de aquellos centroamericanos que, en su afán por llegar a la frontera con Estados Unidos, son sometidos a una violencia inimaginable durante su paso por el territorio mexicano. El libro, que ya posee tres ediciones en español, fue publicado recientemente en inglés bajo el título The Beast: Riding the Rails and Dodging Narcos on the Migrant Trail por la editorial Verso Books.
En una entrevista exclusiva, Óscar Martínez nos cuenta detalles sobre lo que implicó la investigación y redacción del libro, y cuáles son sus perspectivas a partir de esta nueva publicación de su trabajo.
Su historia se remonta al año 2008, cuando en conjunto con el periódico ElFaro.net y Ruido Foto, surge el proyecto En el Camino, cuyo fin era documentar la travesía que realizan los migrantes centroamericanos. Martínez, que ya había realizado algunos trabajos menores sobre el tema de la migración, se embarcó junto a sus colegas en una investigación que implicaría vivir junto a los migrantes cómo era ese viaje que miles de personas al año continúan realizando. Ahora, no puede más que describir esa situación como una “crisis humanitaria”.
“Decidimos compartir el camino con los indocumentados, viajar con ellos”, señala Martínez, “ … como periodistas, para poder observar qué es lo que les ocurría y recopilar sus testimonios”. Un punto de vista y un compromiso periodístico muy distinto al que asumían los medios locales, quienes no se involucraban en el conflicto sino que lo analizaban desde afuera.
Luego de dos años y medio de investigación y de compartir experiencias, Los migrantes que no importan es uno de los tres productos del proyecto En el Camino, junto a un libro fotográfico titulado también En el Camino y obra de los colegas fotógrafos que acompañaron a Óscar, y un documental dirigido por Marcela Zamora, periodista de ElFaro.net, llamado María en tierra de nadie. El objetivo fundamental de estos proyectos era echar luz sobre ese sector de la población que se enfrenta a uno de de los grupos del crimen organizado más violentos que existen. La migración, para Martínez, es un fenómeno invisible que necesita ser denunciado y mostrado al mundo, pero que “los migrantes no denuncian porque tienen un profundo temor justificado a las autoridades”.
Es una combinación de distintos factores la que convierte a los migrantes en una población invisible. Óscar nos ofrece su explicación: “Cada vez más, la gente es vista por la clase política como simples activos electorales. Yo creo que una población que no vota, que está etiquetada como pandilleros, como sociedad violenta y pobre, incluso en el mismo México que es vecino de Centroamérica, una sociedad que no denuncia y que por lo tanto no consta en actas, es decir una sociedad que no te jode como político, es un grupo social al que no le vas a prestar interés”.
Además, los migrantes invisibles transitan por un México desolado, lejano a las grandes ciudades y medios de comunicación. Son lugares cuyo control el Estado ha decidido entregar al crimen organizado, que hace años se aprovecha de la situación de los migrantes, convirtiéndolos en el blanco de secuestros extorsivos, violaciones y trata de personas. “En algún momento, tuvimos que pedir permiso a los narcotraficantes para desplazarnos a ciertos lugares”, asegura el periodista.
Pero, ¿qué sucede con sus Estados de origen? Martínez se muestra escéptico sobre la resolución del problema por parte de los Estados de Centroamérica: “En lugar de alzar la voz sobre la tragedia humanitaria que sus compatriotas viven en México, han decidido callarse. Porque saben que esas personas representan cerca del 20% del producto interno bruto cuando envían las remesas desde Estados Unidos.”
Óscar es consciente que su trabajo ha permitido realizar cambios en la situación de los migrantes. El libro señala distintas zonas donde se producen abusos tanto por parte del crimen organizado como por parte de las autoridades mexicanas, y esto ha permitido prevenir y disminuir estas situaciones. El objetivo del trabajo, para el autor, es alcanzar al público anglosajón, considerando a la sociedad toda pero sobre todo convirtiéndolo en un “arma política” para aquellos políticos que se animen a exigir a México soluciones al respecto: “Me gustaría mucho que entienda algo sobre lo que tienen una competencia directa, que es la frontera con México, que tiene un diseño asesino”.
Los migrantes en México son gente que ha perdido todos sus derechos, señala Martínez. Pero no sólo es necesario generar cambios a nivel político: es también necesario generar un cambio de consciencia social. Es primordial para Óscar “explicarle a alguna gente lo que atravesó el jardinero para cortarle su jardín, y lo que cruzó esa señora para limpiarle su casa”, porque la raíz del problema, es que la sociedad vea como una situación normal que la población migrante centroamericana sea sometida a tanta violencia, por el simple hecho de pertenecer a esa categoría social. “A mí me sorprendió muchísimo la capacidad humana de desinterés. El camino de los migrantes es uno de los más desoladores parajes que podemos encontrar en América”. La indignidad a la que se los somete, al igual que la delincuencia constante y creciente contra ellos, se está naturalizando, y es primordial que el periodismo eche luz sobre el tema para comenzar a revertir el proceso.