English“Inaceptable” fue el calificativo que uso el Gobierno de Brasil para reclamar el hostigamiento que sufrió la delegación de senadores de ese país que llegó a Venezuela un poco antes del mediodía del jueves, con la intención de visitar en la cárcel militar de Ramo Verde, al líder político de la oposición venezolana, Leopoldo López.
Se trataba de una visita oficial, pero las artimañas del gobierno venezolano comenzaron desde el mismo momento que el minibús que transportaba a los parlamentarios intentó salir desde el aeropuerto Internacional de Maiquetía, en Vargas.
Justamente a esa hora las autoridades decidieron que era momento de hacer mantenimiento a un par de túneles que comunican el estado costero con la capital venezolana. También apareció un grupo de aproximadamente 50 simpatizantes del chavismo manifestando en contra de la visita de los ocho senadores brasileños. Con piedras, palos y consignas arremetieron contra el vehículo en el cual los trasladaban.
Y mientras todo eso ocurría, el presidente Nicolás Maduro se antojó de dirigirse al país en Cadena Nacional. Solo a través de las redes sociales se supo lo que estaba ocurriendo con los funcionarios.
Brasil y su presidenta manifestó su molestia, y con comunicado oficial en mano se le exigió a las autoridades venezolanas una explicación de lo que había sucedido.
Sin embargo, como es habitual desde el oficialismo venezolano, lo sucedido fue calificado por parlamentarios del Partido Socialista Unido de Venezuela como un “show mediático”, y hasta el defensor del pueblo, Tarek William Saab criticó la visita de los políticos brasileños y aseguró que su país ha recibido últimamente una serie de “visitas totalmente inamistosas”, refiriéndose también al arribo del ex presidente español Felipe González, quien también estuvo allá, por unas pocas horas en días pasados.
El alegato de las autoridades venezolanas para impedir el paso en la autopista Caracas – La Guaira fue que la vía había sido cerrada por el traslado de un delincuente que había sido extraditado desde Colombia. Sin embargo, ese traslado se concretó en la madrugada del jueves, aproximadamente 10 horas antes de la salida de los senadores hacia la capital venezolana.
La delegación de senadores ni siquiera pudo salir de Vargas. El ataque los obligó a regresar al principal terminal aéreo de Venezuela, donde no pudieron gestionar, a través de la embajada y la Cancillería la posibilidad de que se abriera el paso hacia Caracas.
Todas las diligencias fallaron y a los funcionarios no les quedó alternativa que, después de ocho horas, retornar a su país. No pudieron cumplir con la agenda prevista, que además incluía una reunión con los miembros de la Mesa de la Unidad Democrática y el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski.
Pero el incidente sirvió para dejar en evidencia ante el mundo los atropellos que diariamente vive la disidencia venezolana.
Mientras en todos los medios impresos de Brasil el hecho tomó espacio en las primeras páginas, en Venezuela la autocensura y control mediático se reflejó en algunos periódicos, donde lo ocurrido ni siquiera fue mencionado en sus portadas. Fue a través de los medios digitales que se documentó el incidente.
Denunciarán a Venezuela
Horas después que se supo del ataque contra los parlamentarios, desde Brasil se informó que la presidenta Dilma Rouseff había llamado a una reunión en el palacio presidencial a su canciller, Mauro Vieira, y posterior a ese encuentro, la Presidencia del país suramericano emitió una nota oficial en la que rechazó lo ocurrido y advirtió que la delegación de senadores contaba con el apoyo oficial, pues se habían trasladado a Venezuela en un avión de la Fuerza Aérea brasileña.
El grupo de senadores estaba encabezado por el también ex candidato presidencial Aecio Neves, quien manifestó abiertamente su preocupación por la arremetida de las autoridades venezolanas contra la disidencia.
A su llegada a Brasilia los funcionarios solicitaron al Ejecutivo Brasileño que denuncien la faltas de libertades de Venezuela ante el Mercosur y la Unasur.
“Vamos a exigir una posición dura del Gobierno brasileño y, si no la hubiera, desde el punto de vista político y parlamentario vamos a impulsar la respuesta necesaria en defensa de la democracia”, declaró Neves, según reportó la agencia de noticias EFE.