El último balance oficial de la situación en Ecuador es de 246 muertos y 2.527 heridos a consecuencia del terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter, ocurrido la noche del sábado. Así lo informó el vicepresidente Jorge Glas en una rueda de presa ofrecida al mediodía de este domingo 17 de abril.
El funcionario indicó que la prioridad es tratar de rescatar a las personas que todavía permanecen bajo los escombros y la atención de los afectados por el desastre. Además, indicó que el estado de excepción decretado les permitirá mover los recursos necesarios para la recuperación de las áreas más devastadas y aprovechó la oportunidad para pedir a los ecuatorianos unión y solidaridad ante lo ocurrido y para enviar sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Según Glas, se espera que la tarde del domingo lleguen a Pedernales y Portoviejo las unidades de hospitales móviles ara atender a los afectados, para coordinar el proceso de evacuación de las familias afectadas que todavía permanecen en la zona del desastre.
El epicentro del terremoto fue la provincia de Manabí, al noroeste de Ecuador. se trata del movimiento más fuerte registrado en el país desde 1979. El temblor se inició a las 18:59 del sábado, hora local, según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador. Desde ese momento, el Instituto Geofísico ha registrado más de 135 réplicas, algunas de ellas de más de 6 grados en el escala de Richter.
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El vicepresidente Glas aseguró que el decreto de estado de excepción también fue para garantizar el orden y movilizar la fuerza pública para socorrer a la mayor cantidades de personas afectadas. El decreto de emergencia de las autoridades fue decretado para las provincias de Manabí, Santa Elena, Esmeraldas, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se encontraba en Italia para el momento en que ocurrió el terremoto. Desde allá se dirigió al país para decir que por los momentos no requieren alimentos para atender la situación, pero que sí requería la colaboración con algunos equipos de rescate.
Según el mandatario, Colombia y México enviarán algunos equipos para comenzar a socorrer a los afectados en las áreas más devastadas. Correa señaló que su Gobierno tiene US$ 600 millones disponibles para la recuperación de las infraestructuras dañadas por el terremoto. “Todo se puede reconstruir, pero no se pueden reconstruir las vidas perdidas y eso es lo que más nos duele”, dijo el mandatario. Correa llegará desde el exterior directo a Manabí.
Fuente: BBC, El Comercio.