(Aplausos y vítores… López entre al multitud, es ayudado a montarse en el pedestal de la estatua de José Martí al final de Chacaíto)
“Como ustedes saben, hoy en Venezuela estamos viviendo un momento oscuro. Donde a los venezolanos que queremos un cambio de gobierno en paz, en democracia, en la Constitución, nos quieren encarcelar. El día de hoy yo me presento ante una justicia injusta. Ante una justicia corrupta. Ante una justicia que no juzga de acuerdo a la Constitución y las leyes.
Pero el día de hoy también presento ante ustedes, venezolanas y venezolanos, nuestro más profundo compromiso, de que si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo (gritos, “¡Noooo!”, “Leopoldo, amigo, el pueblo está contigo”), para que Venezuela despierte definitivamente, y que la mayoría de los venezolanos que queremos cambio podamos construir ese cambio en paz y en democracia. Pues, bien valdrá la pena el encarcelamiento infame que me plantea directamente con cobardía Nicolás Maduro, en la mejor expresión de que en Venezuela no hay separación de poderes. ¿Cuántas veces dijo Maduro que me quería preso? ¿Cuántas veces dijo que daba instrucciones para que me metieran preso? ¿Qué tiene que hacer el Presidente dando instrucciones a una fiscalía, a un tribunal? Esa es la mejor demostración de que en Venezuela no hay justicia.
Pero yo no quiero dar ese paso -quizás un silencio por un tiempo- sin dejar muy claro el porqué de toda esta lucha. Esta lucha sí es por los jóvenes. Esta lucha sí es por los estudiantes.
Esta lucha sí es por los que han sido reprimidos. Esta lucha sí es por los que están encarcelados.
Pero esta lucha, hermanas y hermanos, es por todo el pueblo de Venezuela que hoy está sufriendo: está sufriendo colas, está sufriendo escasez, los jóvenes no tienen empleo, no tienen futuro, por un modelo equivocado. Por un modelo que nos han implementado, que es importado de otros países. Que no se parece al bravo pueblo de Venezuela, y que nosotros juntos, hermanas y hermanos, tenemos que estar claros, tenemos que construir una salida a este desastre.
Esa salida, hermanas y hermanos, tiene que ser pacífica. Tiene que ser dentro de la Constitución. Pero también tiene que ser en la calle. (Aplausos) Porque ya no nos quedan en Venezuela los medios libres para poder expresarnos. ¡Si los medios callan, que hable la calle! Y que hable la calle con gente, y que hable la calle en paz y que hable la calle en democracia.
Yo ahora voy a proceder a ir al piquete (interrumpen gritos “¡No!”, “¡No, vale, no te entregues!”) donde está la Guardia, donde está la policía. Lo voy hacer. Créanme, yo lo pensé mucho. Les pido… Miren… Les quiero decir que estos días tuve mucho tiempo qué pensar, analizar, escuchar radio, ver televisión, leer lo que no había leído en algún tiempo, hablar con mi familia… Y las opciones que tenía eran irme del país -¡y yo no me voy a ir d Venezuela nunca!-… La otra opción era quedarme escondido en la clandestinidad, pero esa opción podía dejar la duda en algunos, incluso algunos de los que están aquí, que nosotros teníamos algo que esconder, y no tenemos nada que esconder. ¡Yo no he cometido ningún delito! ¡Yo no soy un delincuente! Yo no tengo qué esconder.
Entonces, la opción que me queda es presentarme. Y yo les pido por favor, les ruego, les ruego con el corazón, les ruego que cuando yo pase y me entregue, yo les pido por favor que ustedes se mantengan en paz (interrumpen gritos “¡No! ¡No!”). No tenemos otra opción. No tenemos otra opción.
Yo no quiero más violencia, ni más confrontación.
Así que yo les pido, yo les pido comprensión. Yo les pido organización, y les pido disciplina. (Vítores… “¡Si meten preso a uno, nos meten preso a todos!” “¡Te amo!”).
Quiero agradecerles a todos, pero en especial a una persona que me ha dado mucha fureza, que hoy representa mi mayor pilar para estar aquí con ustedes: a mi esposa Lilian, que está acá (se acercan y se besan; ella levantada por gente de la multitud; logra alcanzar el podio; López se arropa con la bandera tricolor).
Hermanas y Hermanos, yo les pido que sigamos en esta lucha, que no dejemos la calle, que asumamos nuestro derecho a a la protesta, pero que lo hagamos en paz, sin violencia.
Yo pido que nosotros, que todos los que estamos acá, que todos los venezolanos que quieren cambio, que nos formemos, que nos organicemos, y que ejecutemos la protesta no violenta (asiente su esposa). La protesta de masas, d voluntades, de almas y de corazones que quieren cambiar, pero sin dañar al prójimo.
Yo les pido que no perdamos la fe. Y yo estoy seguro, en el nombre de mis hijos, de mi hija Manuela, de mi hijo Leopoldo, y como decía Andrés Eloy Blanco, “el que es padre de un niño, es padre de todos los niños”. En nombre de todos los niños de Venezuela, yo les juro que vamos a vencer, y que muy pronto tendremos una Venezuela libre y democrática. Que Dios los bendiga.”
Fuente: El Diaro de Caracas (YouTube).