EnglishVenezuela solía ser uno de los países ideales para escapar de las guerras civiles, las crisis económicas y las dictaduras. En las décadas de los cuarenta y cincuenta, miles de inmigrantes provenientes de Europa y América Latina encontraron en el país suramericano un hogar para iniciar una nueva vida, escenario que dista de la realidad actual que vive la nación petrolera.
Venezuela está siendo testigo de una escena sin precedentes: ver marchar a sus propios ciudadanos. No hay registros oficiales, pero investigaciones independientes estiman que cerca de 1 millón de venezolanos han huido de su país de origen durante el Gobierno chavista (1999-2014).
Según el Banco Mundial, 521.500 ciudadanos venezolanos habían dejado su país para el 2010. Situación que ha empeorado en los últimos cuatro años. Los destinos más frecuentes para los venezolanos son Estados Unidos (260.000), Panamá (240.000), España (200.000), Italia (150.000) y Portugal (100.000).
Inseguridad personal y jurídica, e incertidumbre son los motivos más comunes por los que la población profesional de Venezuela decide abondar su país y buscar nuevos horizontes, explica el sociólogo y miembro del Observatorio Hannah Arendt, Tomás Páez.
Páez, quien desarrolla el estudio Comunidades venezolanas en el exterior (no publicado aún) junto con La Fondation Maison des Sciences de l’Homme y l’École de Hautes Études en Sciences Sociales de Francia, explicó a PanAmPost que el 40% del sector industrial y el 12% del sector empresarial han sido destruidos en Venezuela.
Por lo tanto, la perspectiva de empleo en el país ha disminuido para los profesionales, quienes tienen incentivos a emigrar en búsqueda de oportunidades.
“Las preocupaciones económicas y la imposibilidad de realizarse como persona están siempre presentes en el venezolano que decide emigrar. Pero si a este panorama, le sumas la escasez de productos básicos que ahora existe en Venezuela, la sensación de asfixia se hace mayor”, agrega Páez.
El sociólogo señala que el perfil de los emigrantes venezolanos es heterogéneo, pero en general el elevado nivel de formación de los que abandonan hoy Venezuela es la característica más llamativa de este flujo migratorio.
“Estamos siendo testigos de un éxodo de científicos, médicos, empresarios, ingenieros, periodistas, contadores y auditores, debido a problemas relacionados con la supervivencia diaria y oportunidades para el desarrollo personal y profesional. También tenemos casos de persecución política, como el de los exingenieros de Petróleos de Venezuela o los firmantes de la lista Tascón [millones que querían revocar el mandato de Hugo Chávez en 2004 y firmaron una solicitud al Consejo Nacional Electoral]. Sin embargo, no podemos decir que se trata solo de una fuga de cerebros, ya que no sólo se va el capital humano educado, sino que nuestros empresarios y población joven también están huyendo”, afirma Páez.
A pesar de este panorama, partidarios del régimen chavista sostienen que Venezuela sigue siendo un “polo de atracción antes que de fuga” para los extranjeros.