Por Gloria Álvarez
“Los jóvenes tenemos inquietudes de lo que sucede a nuestro alrededor y queremos participar en la creación de nuevos modelos de Gobiernos que se enfoquen en los lazos que nos unen, que son mucho más que los que nos dividen: educación, diversidad, defensa de los derechos humanos, tecnología”, dijo Manuel Zalva, fundador de Red Iberoamericana LIDER, al inaugurar 1.° Parlamento Iberoamericano de la Juventud que tuvo lugar en Zaragoza, España el septiembre pasado.
Delegados de todos los países de América Latina y de España, incluyendo jóvenes políticos de Venezuela como Darío Ramírez, y representantes de la oposición cubana como Yelky Puig y Rosa María Payá, se dieron cita para discutir los temas que nos conciernen como región: la penetración del socialismo del siglo XXI y la admiración que este movimiento está alcanzando, la necesidad de replantear la fallida guerra contra las drogas, y las amenazas contra la libertad de expresión y de prensa de los ciudadanos latinos.
Durante los tres días se celebraron 15 sesiones plenarias, cada una seguida de una sesión parlamentaria en las cuales los delegados tuvimos la oportunidad de intercambiar posturas.
Con la intervención de los expresidentes Ricardo Martinelli de Panamá, Armando Calderón Sol de El Salvador, y Luis Alberto Lacalle de Uruguay, se dio inició a la primera sesión titulada “Somos Iberoamérica: a 23 años del inicio de las cumbres iberoamericanas”,
“Son ustedes los llamados a revertir la situación que está atravesando América Latina tienen que ser diseñadores de la sociedad que buscan”, dijo Calderón Sol en un llamado a los jóvenes a comprometerse con una región de más de 600 millones de habitantes para terminar con la ignorancia y erradicar la pobreza.
En un duro discurso contra los Gobiernos populistas, el exmandatario salvadoreño sostuvo que “eso de atacar a la pobreza redistribuyendo la riqueza atenta contra una verdadera democracia donde se defiende la dignidad de cada persona, donde se reconocen que existen valores fundamentales que se deben hacer respetar. Para que un régimen pueda llamarse democrático, debe ganarse ese título día a día”.
El expresidente uruguayo Luis Alberto Lacalle destacó el conocimiento y la tecnología como motor para el progreso. “Cuando yo era presidente no había Internet, ni celulares. La gran novedad era el fax. Todo este mecanismo de información puede darle un sentido a Iberoamérica: La educación, la cultura, la información, el intercambio de ideas entre nosotros. Tenemos 600 millones de personas que están unidos por el idioma, a ese idioma se le suma la cultura y a esa cultura le debemos ahora sumar el conocimiento. El mercado común del conocimiento es un mercado que no paga aranceles”, afirmó.
Por su parte Ricardo Martinelli inició su discurso con un mensaje alentador: “Creo sinceramente que entre ustedes va a haber un presidente o presidenta de nuestros países iberoamericanos”.
Además, Martinelli se enfocó, entre otros puntos, en la necesidad de terminar con la xenofobia como un modo de vida. “No tengamos un país xenofóbico que impida que venga la inversión. Panamá una de las cosas que hizo fue legalizar a todos los extranjeros”, djio.
“Si ustedes no participan en política, créanme que otros lo van a hacer por ustedes y ese es quien va a decidir por ustedes”, concluyó Martinelli.
A partir de los conceptos vertidos por los exjefes de Estado, los delegados nos enfocamos en realizar propuestas concretas para incluir en la firma de la Declaración de “Zaragoza Iberoamericana”.
Participación política: un eje clave
En la segunda sesión, se destacó la baja calidad educativa que prevalece en la región, y la burocracia engorrosa y obsoleta que predomina en los Gobiernos de América Latina.
Mi intervención giró en torno a la tecnología como herramienta para desmantelar el populismo. La escasa educación restringe las oportunidades de poder aprovechar los nuevos desarrollos tecnológicos, y esto es responsabilidad de la tradición política latinoamericana. Los políticos dejan de lado los argumentos racionales para priorizar argumentaciones basadas en las emociones, anulando cualquier posibilidad de mantener una discusión lógica.
Debemos promover una pasión por la educación, el intercambio de ideas, por el conocimiento, por ser individuos empoderados.
Pero los liberales no debemos claudicar ante ello. Como lo señalé en mi intervención, debemos promover una “pasión por la educación, el intercambio de ideas, por el conocimiento, por ser individuos empoderados”.
Finalmente, Victoria Roldán, delegada de Argentina, destacó que la juventud per se no es ninguna virtud, todos hemos sido jóvenes. Sin embargo, Roldán destacó que la juventud es una etapa importante para fijar objetivos y metas que uno luego defenderá a lo largo de su vida. El reto es que los jóvenes de la región tengan esas posibilidades, para que en su adultez cosechen los frutos que contribuyan a mejorar nuestros países.
Los delegados de Uruguay y México además mencionaron la necesidad de reconocer los derechos igualitarios de los homosexuales, de reabrir el debate sobre la guerra contra las drogas y de discutir sobre las legislaciones respecto del aborto. Todos ellos, puntos que le interesan a la juventud latinoamericana.
Democracia y derechos humanos: un compromiso de todos
En la tercera sesión, discutimos los problemas del socialismo del siglo XXI y del populismo, y su impacto en países que han adoptado estas políticas como Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. La dirigente cubana de Movimiento Cristiano Liberación Rosa Maria Payá destacó la importancia de los esfuerzos internacionales para impulsar la democracia en su país.
Darío Ramírez de Venezuela se pronunció en el mismo sentido:
Durante mi intervención me enfoqué en rescatar la república como el único sistema político que garantiza los derechos individuales y la institucionalidad. El imperio de la ley por encima del imperio del dictador de turno. También fui muy concreta en declarar que en el siglo XXI ya la lucha no es entre izquierda y derecha, sino entre república y populismo.
Narcotráfico
Finalmente, en la cuarta sesión titulada “Seguridad Jurídica y erradicación de la violencia: El narcotráfico” quedó en evidencia la necesidad de debatir la efectividad de la estrategia de la guerra contra las drogas, que en muchas oportunidades responde más a los intereses estadounidenses que a los de América Latina.
El diputado mexicano Jordi Messeguer Gallo fue muy enfático al recalcar que en su país los jóvenes ya están hartos de estar sufriendo las consecuencias de la violencia de una guerra en la cual los consumidores están al norte, y los muertos al sur.
La guerra contra las drogas […] en muchas oportunidades responde más a los intereses estadounidenses que a los de América Latina.
También se trató el caso de la violencia en El Salvador. Allí se cuestionó la actitud de las autoridades salvadoreñas que han llegado a pactar con las maras y “han negociado la cantidad de muertes”. En Guatemala la situación no es muy diferente. Allí, la mayoría de las empresas ceden ante la extorsión del crimen organizado para continuar vendiendo en las tiendas de los barrios marginales.
Nuevamente la educación surgió como la única capaz de ofrecer oportunidades de empleo que saquen a nuestra juventud de este círculo vicioso entre institucionalidad jurídica raquítica, el narco y las maras.
En conclusión, a partir de la celebración de este 1.° Parlamento Iberoamericano estamos ante el desafío de dar los primeros pasos para integrar las nuevas tecnologías con mayores oportunidades, y así, encontrar y fortalecer soluciones regionales a los problemas comunes para que dejemos de sufrirlos por separado, y empecemos a solventarlos en conjunto.
Gloria Alvarez tiene raíces guatemaltecas, húngaras y cubanas y ha vivido como una auténtica nómada en seis países distintos. Estudió Relaciones Internacionales y Ciencia Política en la Universidad Francisco Marroquín y una maestría en Desarrollo Internacional en la Universidad Sapienza de Roma. Fue delegada por Guatemala en el 1.° Parlamento Iberoamericano de la Juventud. Síguela en Twitter.
Con la contribución de Adam Dubove