“Venezuela, un país en el que se piensa tan poco que ni siquiera te das cuenta que esa no es Venezuela”; de esta manera se inicia un video jocoso del programa televisivo del escritor y comediante británico John Oliver, donde señala al país suramericano en el mapa mientras hace referencia al famoso “Manguicidio”.
Y es que el Gobierno encabezado por Nicolás Maduro no se hace notar con acciones productivas que enaltezcan el nombre de ese país, sino a través de eventos en los que se refleja la desesperación de un pueblo a la hora de buscar cómo cubrir sus necesidades.
“El Manguicidio”, así llamaron los venezolanos, con su tradicional humor, al video en el que se observa cómo lanzan directamente a la cabeza del mandatario nacional un mango —fruta tropical—.
Sin embargo, el Gobierno se ha encargado de denunciar, en los últimos dos años, 16 supuestos planes de magnicidio; sin mostrar pruebas contundentes, ha apresado y señalado a líderes opositores a diestra y siniestra en relación con esas supuestas conjuras para asesinar al presidente; pero esta es la primera vez en que vemos la cabeza de Maduro en estado realmente vulnerable, y donde facilmente tantos magnicidios pudieran ser desmontados.
De acuerdo con Maduro, la fruta que lanzaron a su cabeza supuestamente tenía un número telefónico, y a la persona que lo hizo, se le ofreció una casa “en menos de 24 horas”.
A ciencia cierta no está claro quién lanzó el mango, si se le entregó la casa al dueño de esa maravillosa puntería o si fue un montaje posterior debido a que el video en algún momento saldría a la luz, lo cierto, es que sea la cantidad que sea de mangos lanzados, hubo uno al que no prestó atención:
En este video, que parece ser la continuación del original, se observa como Nicolás Maduro, en vez de quedarse con el mango lo regresa e ignora la petición del pueblo presente.
Más de lo mismo, un Gobierno que juega con las necesidades de un pueblo solo espera ignorancia, sufrimiento y dependencia por parte de los más pobres. Un Gobierno que solo llama la atención con situaciones que más allá de enorgullecer dan vergüenza.
“Maduro Mango Attack”
Días después de conocerse el evento del “manguicidio” surgió la creación de la aplicación para Android “Maduro Mango Attack”; es, básicamente, un juego donde se le puede lanzar mangos a un muñeco parecido a Nicolás Maduro que se mueve rápidamente en un pequeño espacio, como si tratara de escapar de los ataques.
Cada turno en el juego dura 60 segundos, durante los cuales el usuario arrojará tantos mangos como pueda, de acuerdo a su rapidez.
Como vemos, la burla y el chiste opacan la cruda realidad de un pueblo que realmente pide a gritos ser atendido.
¿Se hará costumbre?
Luego del “manguicidio” y de la afirmación de Maduro de que entregaría casa al dueño de la fruta, el 1 de Mayo, en plena celebración del día del trabajador, Maduro fue víctima de otro lanzamiento de buena puntería:
En las redes sociales afirman que se trata de un pañal, lo cierto es que los venezolanos tendrán que acostumbrase a que estos lanzamientos son solo un indicio de la realidad de los ciudadanos que en desesperación piden ser escuchados y atendidos.
Quienes viven en ese país han encontrado una “novedosa manera” de llamar la atención del presidente, al parecer, es la única forma de hacerle entender que es hora de tomar medidas, de no ser así, los mangos también empezarán a escasear, como ya escasean los pañales.