Ante la crisis económica y los acontecimientos inesperados en Ecuador, el presupuesto estatal del 2015 se ha recortado en US$2.200 millones. Sin poder ocultar más la complicada situación que se vive en el país, el Gobierno ecuatoriano ha declarado recorte de personal, la posibilidad de fusionar entidades gubernamentales y promover alianzas público-privadas.
A pesar de que las propuestas del Gobierno reducirán el gasto público, las medidas son superficiales y no van a solucionar la crisis económica que atraviesa Ecuador. El Ejecutivo intenta evadir las principales causas de nuestros males señalando que el precio del petróleo ha disminuido y que el dólar se ha revalorizado.
El argumento antes mencionado no tiene sentido, pues el Gobierno lleva ya más de ocho años, tiempo suficiente para haber tomado medidas y precauciones cuando el precio del petróleo baje (algo que era totalmente esperado), o en cualquier momento de vacas flacas.
Después d 8 años de la mayor cantidad d ingresos en la historia del país, estar a punto d la quiebra no es un logro #CorreaFracasado
— Ramiro García F (@ramirogarciaf) August 25, 2015
El “papá Estado”
Es lógico que el país esté tan afectado por la falta de recursos económicos estatales, pues resulta que este Gobierno se ha dedicado a agrandar el Estado a tal punto que un número bastante elevado de la población ecuatoriana depende actualmente de un empleo en el sector público, de atención médica en el Seguro Social o de un cupo en las escuelas y universidades públicas. Sin contar con gastos inútiles como los de publicidad, “enlaces ciudadanos” y otros eventos.
Si bien es delicado que un Gobierno empiece a ganar territorio en el sector económico, al ser dependiente en su mayor parte de un recurso natural, el panorama es aún peor. Es decir, el “milagro ecuatoriano” del que tanto se habla afuera, tiene un costo insostenible.
Ahora, el presidente Rafael Correa plantea que se debe reducir el número de funcionarios y fusionar las instituciones que él mismo creó. Las personas que sean despedidas de estos trabajos, muy difícilmente podrán conseguir en otro lado. Pues el sector privado está apretado con tantos impuestos y regulaciones laborales.
Argumenta que se puede optimizar el trabajo en las entidades públicas y para ello pidió a Pabel Muñoz, secretario general de planificación, que realice una reunión para llegar a un acuerdo. Ante esta declaración de Correa, yo me pregunto si al momento de crear tantas instituciones, cada una de ellas contaba con fundamentos apropiados para su existencia. Por ejemplo, ¿es necesario tener una Secretaría de Educación Superior y un Ministerio Coordinador del Conocimiento adicionales al Ministerio de Educación?
El Gobierno ha adquirido medios de comunicación y empresas o bienes privados durante su mandato. Ahora analiza la posibilidad de realizar alianzas público-privadas, justamente cuando la economía del país es inestable y los inversores, ya sean extranjeros o ecuatorianos, buscan otros lugares para realizar sus proyectos.
Además, el presidente Rafael Correa ha reiterado en los últimos meses el supuesto problema que representa para Ecuador el no tener moneda propia. Esto genera gran controversia en la población ecuatoriana, puesto que provoca la preocupación de una posible desdolarización. Esto a la vez, causa que la gente saque la plata de los bancos y deje de invertir, por lo que la economía se estanca.
1. Culpable de la crisis
2. Una barbaridad
3. Anunciando la sucretización en 3, 2… #YoDefiendoLaDolarizacion pic.twitter.com/H24P85sL7F— Diego Salgado (@diegosalgadorib) August 27, 2015
El pasado martes, Rafael Correa aseguró que se mantendrá la dolarización; sin embargo argumentó que estamos afectados por no tener tipo de cambio. Dijo que le parece una “barbaridad técnica” el haber adoptado la dolarización. Al contrario de lo que dice el presidente, la dolarización se oficializó cuando los ecuatorianos ya utilizaban el dólar en el país. Si bien hubo afectados y acontecimientos difíciles, la causa principal de estos no fue el cambio de moneda, sino una falla institucional en los procesos administrativos y la inflación que experimentaba la economía ecuatoriana por haber impreso tanto dinero: el Sucre estaba totalmente desvalorizado.
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No estamos afectados por no tener tipo de cambio, pues la incapacidad para emitir dinero nos ha mantenido a salvo. Y la estabilidad económica dentro del sector privado en Ecuador durante los últimos años, no ha sido principalmente por el alto precio del petróleo. Se debe a la dolarización; los gobiernos ya no pueden tomar decisión sobre el valor de la moneda ni la cantidad de dinero en el país.
A los socialistas del mundo, les incomoda lo que no les permite meter la mano en los bolsillos de los ciudadanos#YoDefiendoLaDolarización
— Joselo Andrade (@JoseloAndrade) August 27, 2015
Estamos acostumbrados a ver los resultados a corto plazo y no vemos lo que hay atrás de ello. Por ejemplo: ¿Qué pasa con las grandes obras del presidente? De nuevo, estamos observando solamente la cubierta, los efectos inmediatos y no lo que sucede después. No tenemos ahorros, por consecuencia, luego de un periodo de bonanza nos toca apretarnos a todos. ¿Con qué dinero se van a mantener las grandes carreteras, las hidroeléctricas y las escuelas del milenio? ¿A dónde va a parar toda esa gente que fue contratada en el Gobierno con sueldos altos y ahora tienen que abandonar el barco antes de que se hunda? ¿Qué pasará con toda esa gente que contaba con ir al hospital público y recibir “atención gratuita”?
Todo eso y más queda en el aire, porque el Gobierno populista de Rafael Correa conquistó a todos con su paternalismo, y generó dependencia del Gobierno en el pueblo ecuatoriano.
Los ecuatorianos debemos reclamar nuestros derechos
Es hora que los ciudadanos nos despertemos de este estado de vagancia y comodidad en el que nos han sometido y empecemos el cambio en nosotros mismos.
El Presidente y su gabinete no van a cambiar de opinión, ni van a tomar una nueva dirección política. Gabriela Rivadeneira, presidenta del Congreso, dijo en una declaración respecto al diálogo nacional que en este momento es necesario que estén “firmes, irreverentes y perseverantes” en su proyecto político. En pocas palabras, quieren convencernos.
Además de salir a las calles y reclamar nuestros derechos, es hora de empezar a ejercer un liderazgo ciudadano. Ronald Heifetz, catedrático y gran exponente del liderazgo adaptativo, planteaba que el mejor momento para tomar las riendas del conflicto es cuando está en su mayor punto de tensión. Olvidemos tendencias políticas, intereses personales y cualquier otra diferencia.
Mi llamado es para trabajar juntos por nuestro país, por devolver la confianza y la alegría en los ecuatorianos, que hoy en día nos encontramos divididos. Enfrentemos los momentos difíciles con alternativas y acciones creativas para que la retórica del gobierno y su represión no sean capaces de callarnos, ni desmotivarnos.