Carlos Alberto Montaner es uno de los disidentes más reconocidos de Cuba, su lucha contra la dictadura castrista se remonta a los primeros años de la Revolución, cuando participó activamente en los grupos opositores al régimen en la isla. Ahora, desde el exilio, es una de las voces más sonoras contra la tiranía comunista. En su actividad como escritor y periodista Montaner no ha cesado de denunciar los males del socialismo en América Latina.
En esta entrevista el disidente cubano desmonta el mito según el cual, en su país de nacimiento, la Revolución de Fidel Castro logró grandes conquistas sociales y que, por lo tanto la salud, y la educación, por ejemplo, son envidiables. Además nos cuenta cuál es el panorama que ve para la isla.
PanAm Post: Ya van casi 20 años desde que usted publicó su libro El Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, con Plinio Apuleyo Mendoza y Álvaro Vargas Llosa, ¿cómo cree usted que está la salud de los idiotas de los que hablan ustedes en el libro, cree que hay una mayor o menor cantidad que cuando publicaron este libro?
CAM: Yo creo que se multiplicaron durante una época, especialmente después del año 1999 cuando fue elegido Chávez. Creo que hubo ahí un periodo de expansión del idiotismo político y económico latinoamericano, pero luego empezó a decaer como consecuencia del fracaso de esas ideas. Es decir, esas ideas son devastadoras para cualquier sociedad. Lo que es el populismo, tanto de izquierda como de derecha, hace muchísimos años se vio el desastre que produce.
PanAm Post: Sobre Cuba hay muchos mitos, por ejemplo, la gente de izquierda que no vive ahí, hace afirmaciones como que la salud y la educación son lo máximo. Usted que sigue de cerca la situación de isla, ¿nos podría hablar de cómo es en este momento el sistema educativo y de salud en Cuba?
CAM: Son horrendos, el nivel de conocimiento de los médicos cubanos desde hace unos cuantos años, 15 o 20 años, ha venido decayendo de manera tremenda. La capacidad de adquirir medicamentos es realmente muy baja. Se sabe, por ejemplo, que los médicos cubanos que van a Venezuela o a Brasil son médicos que tienen el nivel de un enfermero, desgraciadamente es así como consecuencia de la masificación de la educación. En una época no era así, hoy en día sí es así. Y en el tema de la educación pasa exactamente lo mismo, por ejemplo, el gobierno no permite que los cubanos sean evaluados en las pruebas de conjunto que se hacen para medir los conocimientos de los estudiantes mexicanos, colombianos o peruanos, porque saben que saldrían muy mal, tienen un nivel pésimo. Las cartas que yo recibo, de cubanos, están llenas de faltas de ortografía. Es un desastre, la capacidad expresiva de la mayor parte de esos estudiantes es muy baja. Yo creo que hay grandes mitos, grandes mitos que sirven para justificar una dictadura, lo cual es ridículo porque los países que tienen un mejor nivel de enseñanza y que tienen un mejor nivel de cuidados médicos son las democracias liberales como Finlandia, Suecia o Dinamarca. Los 25 países más prósperos del mundo son los que son democracias liberales, en los que se conjugan las libertades políticas y, por otra parte, tienen el mercado y la libertad económica, y en Cuba no hay ninguna de las dos cosas.
PanAm Post: Fidel Castro llegó hace mucho tiempo al poder, la de Cuba es una dictadura demasiado larga, por lo que muchos se preguntan cómo es posible que durante tanto tiempo se haya mantenido. ¿Cuáles cree usted que son las razones por las que los cubanos siguen esclavizados?
CAM: El control social es una consecuencia de la labor de la contrainteligencia de los órganos policíacos, y es más importante o más impresionante que la adulación a Castro o a Kim Jong-un en Corea del Norte, que es más o menos lo mismo, y es por las mismas razones. Es decir, Kim Jong-un en Corea del Norte tiene un gran aparato represivo, en Cuba hay un gran aparato represivo también, y para lograr ese gran aparato represivo solo se necesita el 0,5 % de la población, esa es una medida que dio la Stasi, que era la policía política alemana hace mucho tiempo.
Es decir, en Cuba son entre 55.000 y 60.000 personas que funcionan dentro de la contrainteligencia y que impiden que las personas se congreguen, impiden que las personas se manifiesten, eso es una forma política policíaca muy conocida. El mecanismo de control social en Cuba no se ha relajado, en Cuba se mantienen, y por eso las personas entienden que es preferible jugarse la vida tratando de salir del país en una balsa, con un porcentaje muy pequeño de posibilidades de prevalecer, antes que enfrentarse a un gobierno que no tiene ninguna posibilidad de cambiar.
PanAm Post: Con la mala situación que está atravesando Venezuela, que sabemos que es una de las fuentes de financiamiento más importantes de Cuba, ¿cree usted que hay alguna posibilidad de salida? ¿Ve alguna salida en el mediano plazo?
CAM: Yo creo que hay un primer estadio, tiene que morirse Raúl Castro y entonces empezar un cambio en la estructura de poder dentro del país, y ni siquiera sabemos si eso va a generar un cambio político, porque hay una cosa importante, y es que ellos saben que desde el punto de vista económico y social, ese modelo es un fracaso absoluto y saben que es la dictadura la que impide que eso cambie. Hay un diplomático del gobierno cubano que se atrevió a decir un día, que una vez que la clase dirigente haya pasado a mejor vida, lo importante es que quienes vengan detrás entiendan que hace falta hacer un cambio mucho mas democrático e incluyente. Bueno, cuando eso ocurra a lo mejor veremos el fin de esa dictadura, que tal vez demora mucho tiempo o, tal vez, se acelera el proceso, como pasó en Europa del Este que fue muy rápido cuando cambiaron muchas cosas en la cúpula dirigente.