El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene hasta hoy viernes 6 de abril a las 5 de la tarde, hora local, para entregarse a la Policía Federal de Curitiba.
Menos de 24 horas después de que el Tribunal Supremo Federal de Brasil rechazó el hábeas corpus presentado por la defensa del líder del Partido de los Trabajadores para intentar mantenerlo en libertad, por lo menos hasta que agote todos los recursos posibles, el juez brasileño Sergio Moro, conocido por dirigir la operación Lava Jato, emitió la orden de prisión contra el expresidente.
Lula, según las autoridades brasileras, será recluido en una celda especial, aislado de otros presos por seguridad. Y según el juez Moro, considerando la dignidad del cargo que ocupó, podrá presentarse voluntariamente ante la Policía Federal de Curitiba y se prohíbe la utilización de esposas.
El exmandatario ya dio declaraciones al respecto, afirmó que la orden de prisión en su contra es “absurda”; aseguró que el juez actuó políticamente e impidió su derecho a la defensa. Finalmente, comentó que primero se reunirá con sus abogados antes de decidir si se entrega, o no, en Curitiba.
Por otro lado, también ayer, la justicia alemana ordenó la libertad condicional para el expresidente de Cataluña Carles Puigdemont, tras estimar que su extradición a España no puede hacerse bajo la acusación de rebelión. El tribunal alemán encargado aseguró que el delito de “rebelión” presentado por la justicia española en la orden de arresto no es equiparable en derecho alemán.
Hay que recordar que Puigdemont fue arrestado en Alemania tras una orden de captura emitida por España, que acusa a los líderes del independentismo alemán de rebelión y malversación de fondos por la organización de un referéndo no autorizado.
Puigdemont quedará libre con una fianza de 75.000 euros. Sin embargo, la justicia alemana ha asegurado que podrían continuar los procedimientos para decidir si el líder independentista debe ser extraditado por cargos de corrupción.
¿Qué se viene para Brasil y para Cataluña?
En Brasil, ahora con Lula en la cárcel, la carrera presidencial se pone cada vez más interesante. El líder del Partido de los Trabajadores era el gran ganador en todas las encuestas sobre intención de voto realizadas hasta ahora. También los sondeos lo daban como vencedor en una segunda vuelta, con cualquiera de los otros candidatos.
La pregunta real es si alguno de los líderes de la izquierda va a lograr captar los votos de Lula. Lo más evidente. hasta el momento. es que este es un golpe fuerte para la izquierda que seguramente terminará con sus votos divididos. Veremos si el candidato de derecha, Jair Bolsonaro, que en las encuestas aparece con el 16,8 %, saca provecho de esta situación y llega al poder.
Mientras tanto, en Cataluña ya llevan varios meses sin presidente, porque todos los postulados por el independentismo para sustituir a Puigdemont terminan en la cárcel. Y es que aunque este es un movimiento molesto, siendo realistas, no tiene una salida factible, están atados de manos. En primer lugar no son mayoría, los catalanes que quieren permanecer en España no van a permitir que su región sea acabada por una minoría socialista. Pero, además, la Unión Europea apoyaría a España y bloquearía cualquier intento de independentista.