Hoy es 10 de abril y en la noticia del día vamos a hablar del triunfo que ha conseguido Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, en materia de comercio internacional.
Hoy el presidente de China, Xi Jinping, prometió abrir la economía del país y reducir los aranceles de importación a diferentes productos, incluyendo impuestos a automóviles, cuestión en la que Trump viene insistiendo desde hace tiempo. El discurso del presidente de China es, sin duda, un intento de frenar la creciente disputa comercial con Estados Unidos.
A pesar de que los críticos de Trump llevan meses asegurando que lo que hace es iniciar una guerra comercial, el presidente de Estados Unidos ha conseguido que China se eche para atrás. Incluso dentro del liberalismo se decía que Trump no entiende de comercio internacional y que su presión a China no es más que una simple medida proteccionista, pero lo cierto es que desde el principio lo que ha buscado el mandatario es obligar a otros países, principalmente al país asiático, a bajar sus aranceles.
China hace bastante que ha estado avanzando en su proteccionismo, lastimosamente la idea de muchos de que eventualmente iban a parar, no funcionó. Y es que era absurdo creer que de la nada China se iba a echar para atrás y bajaría sus aranceles
Como dice el economista español Daniel Lacalle: llevamos años de guerra comercial. Estados Unidos lleva denunciando las barreras comerciales impuestas por China y otros países de manera directa e indirecta desde hace mucho, pero nadie había presionado de la forma que lo ha hecho Trump.
Cabe preguntarles a los que odian a Trump, y no reconocen ningunos de sus triunfos, por qué se quedaron callados entre 2009 y 2016 cuando EE. UU introdujo más medidas proteccionistas que ningún otro país del G-20. Resulta que aún cuando el republicano consigue resultados increíbles no es lo suficientemente bueno, pero cuando Obama subía los aranceles nadie habló de guerra comercial ni de proteccionismo.
Hoy muchos aseguran que Trump es un enemigo del comercio y se niegan a reconocer que lo que hace es una táctica de negociación, agresiva y riesgosa, sí, pero no se pueden confundir las cosas. Siempre la intención del republicano fue que otros países bajaran aranceles y lo está consiguiendo duélale a quien le duela, y a pesar de las criticas que vienen incluso del liberalismo.
Hoy comentamos el triunfo que ha logrado Trump presionando a China.