En la noticia del día vamos a hablar del articulo de The Wall Street Journal, donde aseguran que Estados Unidos tiene pruebas de que Iván Márquez, uno de los más importantes cabecillas de las FARC y quien gracias al acuerdo de La Habana iba a ir al Congreso, sigue en el negocio del narcotráfico.
El artículo se titula: La investigación de tráfico de cocaína en Colombia plantea un riesgo para el Acuerdo de Paz, y afirma que las pruebas provienen de un vídeo de celular, interceptado por investigadores, en el que Iván Márquez habla con un narcotraficante mexicano.
Específicamente es una videollamada en la que el cabecilla guerrillero manda un mensaje para “tranquilizar” a sus contactos mexicanos con pandillas, tras la incautación en Miami de un presunto pago de drogas.
En su momento, la administración antidrogas de Estados Unidos decomisó 5 millones de dólares en Miami, que según los funcionarios era un supuesto pago de un cargamento de cocaína. De modo que en ese vídeo, referenciado por The Wall Street Journal, Márquez estaría tranquilizando a sus contactos por esa pérdida.
En esta sección ya habíamos dicho que la DEA tumbó el acuerdo Santos-FARC, la noticia de hoy es solo la confirmación de lo que ya habíamos anticipado. Márquez volvió la semana pasada a la clandestinidad porque sabía que Estados Unidos tiene pruebas de que sigue delinquiendo y no quiere terminar en la cárcel como Santrich. Los cabecillas de las FARC ya no podrán mandar desde el Congreso, como acordaron con Santos.
Recordemos que Jesús Santrich, quien también iría al Congreso, está detenido precisamente por las investigaciones de la DEA y que Santos no tiene cómo defenderlo. De hecho, como no quiere enemistarse con las FARC, el presidente de Colombia ya ha dicho que él no tomará la decisión sobre si se extradita, o no, al cabecilla guerrillero. Ese asunto quedará en manos del próximo presidente. Santos se lava las manos y juega a no enojar ni a la narcoguerrilla ni a los Estados Unidos.
Hoy, en la noticia del día, analizamos qué puede ocurrir ahora que el acuerdo de La Habana se cayó y qué incentivos trae esto para que los guerrilleros pongan todo su esfuerzo en la candidatura del izquierdista Gustavo Petro.
En la noticia del día vamos a hablar del articulo de The Wall Street Journal, donde aseguran que Estados Unidos tiene pruebas de que Iván Márquez, uno de los más importantes cabecillas de las FARC y quien gracias al acuerdo de La Habana iba a ir al Congreso, sigue en el negocio del narcotráfico.
El artículo se titula: La investigación de tráfico de cocaína en Colombia plantea un riesgo para el Acuerdo de Paz, y afirma que las pruebas provienen de un vídeo de celular, interceptado por investigadores, en el que Iván Márquez habla con un narcotraficante mexicano.
Específicamente es una videollamada en la que el cabecilla guerrillero manda un mensaje para “tranquilizar” a sus contactos mexicanos con pandillas, tras la incautación en Miami de un presunto pago de drogas.
En su momento, la administración antidrogas de Estados Unidos decomisó 5 millones de dólares en Miami, que según los funcionarios era un supuesto pago de un cargamento de cocaína. De modo que en ese vídeo, referenciado por The Wall Street Journal, Márquez estaría tranquilizando a sus contactos por esa pérdida.
En esta sección ya habíamos dicho que la DEA tumbó el acuerdo Santos-FARC, la noticia de hoy es solo la confirmación de lo que ya habíamos anticipado. Márquez volvió la semana pasada a la clandestinidad porque sabía que Estados Unidos tiene pruebas de que sigue delinquiendo y no quiere terminar en la cárcel como Santrich. Los cabecillas de las FARC ya no podrán mandar desde el Congreso, como acordaron con Santos.
Recordemos que Jesús Santrich, quien también iría al Congreso, está detenido precisamente por las investigaciones de la DEA y que Santos no tiene cómo defenderlo. De hecho, como no quiere enemistarse con las FARC, el presidente de Colombia ya ha dicho que él no tomará la decisión sobre si se extradita, o no, al cabecilla guerrillero. Ese asunto quedará en manos del próximo presidente. Santos se lava las manos y juega a no enojar ni a la narcoguerrilla ni a los Estados Unidos.
Hoy, en la noticia del día, analizamos qué puede ocurrir ahora que el acuerdo de La Habana se cayó y qué incentivos trae esto para que los guerrilleros pongan todo su esfuerzo en la candidatura del izquierdista Gustavo Petro.