El pasado lunes 30 de abril Nicolás Maduro anunció un aumento del salario integral de 95%. Esta es la tercera vez, en lo que va del año, que el tirano decreta un incremento de esta naturaleza. Hoy en el la Noticia del Día analizamos este hecho desde un lente que muy pocos medios han registrado: la reacción de los venezolanos al anuncio de Maduro respecto al salario mínimo.
En modo de celebración por el Día del Trabajador, el tirano de Venezuela anunció que el salario mínimo tendría un aumento del 155%, pasó de 392.646 a 1.000.000 de bolívares. Mientras el salario integral, el que comprende el bono de alimentación, aumentó en 95%, pasó de 1.307.646 a 2.556.500 de bolívares.
Venezuela, con la mayor inflación del mundo, maneja unos precios inalcanzables para la mayor parte de la población. 1 kg de margarina cuesta 1.315.000 bolívares, una lata de atún 1.500.000, una bolsa de jabón en polvo de 5kg 5.980.000, 1 kg de mortadela 2.135.000 bolívares. Para concluir, con un salario integral no es ni siquiera posible comprarse un pollo entero congelado. Cuesta 2.925.000.
Como es evidente los venezolanos ya conocen bastante bien cómo funciona la inflación, por eso ante el anuncio de Maduro, la gente corrió a los supermercados a comprar lo que pudiera antes de que el incremento anunciado por el tirano se viera reflejado en los precios de los bienes.
En Venezuela la gente ya tiene claro que después de un aumento por ley del salario, lo que viene es una subida de los precios de los bienes que desde luego va a estar por encima del aumento salarial, por eso corren a salir de sus bolívares.
En la noticia de hoy analizamos un fenómeno que pocos medios han registrado: los venezolanos ya saben que la inflación es causada por los políticos y el banco central. Pero sobre todo, entienden que aumentos de salarios decretados por ley no solucionan el problema inflacionario sino que lo empeoran.
El pasado lunes 30 de abril Nicolás Maduro anunció un aumento del salario integral de 95%. Esta es la tercera vez, en lo que va del año, que el tirano decreta un incremento de esta naturaleza. Hoy en el la Noticia del Día analizamos este hecho desde un lente que muy pocos medios han registrado: la reacción de los venezolanos al anuncio de Maduro respecto al salario mínimo.
En modo de celebración por el Día del Trabajador, el tirano de Venezuela anunció que el salario mínimo tendría un aumento del 155%, pasó de 392.646 a 1.000.000 de bolívares. Mientras el salario integral, el que comprende el bono de alimentación, aumentó en 95%, pasó de 1.307.646 a 2.556.500 de bolívares.
Venezuela, con la mayor inflación del mundo, maneja unos precios inalcanzables para la mayor parte de la población. 1 kg de margarina cuesta 1.315.000 bolívares, una lata de atún 1.500.000, una bolsa de jabón en polvo de 5kg 5.980.000, 1 kg de mortadela 2.135.000 bolívares. Para concluir, con un salario integral no es ni siquiera posible comprarse un pollo entero congelado. Cuesta 2.925.000.
Como es evidente los venezolanos ya conocen bastante bien cómo funciona la inflación, por eso ante el anuncio de Maduro, la gente corrió a los supermercados a comprar lo que pudiera antes de que el incremento anunciado por el tirano se viera reflejado en los precios de los bienes.
En Venezuela la gente ya tiene claro que después de un aumento por ley del salario, lo que viene es una subida de los precios de los bienes que desde luego va a estar por encima del aumento salarial, por eso corren a salir de sus bolívares.
En la noticia de hoy analizamos un fenómeno que pocos medios han registrado: los venezolanos ya saben que la inflación es causada por los políticos y el banco central. Pero sobre todo, entienden que aumentos de salarios decretados por ley no solucionan el problema inflacionario sino que lo empeoran.