Con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, se aprobó en la Cámara de diputados de Argentina la legalización del aborto en todos los casos hasta las 14 semanas. Sigue ahora la votación en el Senado.
Aunque algunos analistas creen difícil que se apruebe en la Cámara Alta, detrás de la legalización del aborto hay muchas presiones e intereses. En la nota de hoy nos enfocaremos específicamente en el papel que ha jugado el movimiento feminista.
Las feministas son tal vez el grupo más bulloso y que más presión pública ha hecho para que se legalice el aborto. Han estado afuera del Congreso desde el martes, han dicho en declaraciones públicas que si no pasaba la legalización quemarían la Catedral, hay varias iglesias en Buenos Aires cerradas porque tienen miedo de la violencia y el irrespeto de estos grupos abortistas.
Se han tomado los colegios de secundaria y las universidades. La presión de esta gente es muy fuerte y utilizan un lenguaje que tergiversa todo. Hablan del derecho de la mujer sobre su propio cuerpo, de una revolución femenina, del heteropatriarcado que aún no las deja ser dueñas de su cuerpo. Le han hecho creer a muchos que el bebé es una especie de tumor que se puede estirpar.
El movimiento feminista ha tenido un rol fundamental en la votación de hoy.
Hay dos puntos fundamentales de los que también hablamos en esta nota, con la intención de que los lectores dimensionen lo peligroso de la legalización que acaba de dar paso al Senado en Argentina.
El primero es que prácticamente van a obligar a los médicos a realizar abortos. La norma señala que el profesional que deba intervenir en el aborto “tiene la obligación de garantizar el acceso a la practica y no puede negarse a su realización”, solo podrá eximirse cuando haya “manifestado su objeción previamente de manera individual y por escrito comunicado a la máxima autoridad del establecimiento”.
No se puede arrepentir antes de cometer el asesinato, porque se ha incorporado a esta legalización el articulo 85 bis que dice lo siguiente: “se establecen penas de 6 meses a 2 años e inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena a la autoridad del establecimiento o al profesional de la salud que dilatare,obstaculizare o se negare a practicar un aborto”.
Además, después de las 14 semanas si la mujer dice que fue violada, no necesita pruebas ni denuncia alguna, se le practicará el aborto.
En la Noticia del Día hablamos de la lamentable noticia que recibe Argentina hoy, de lo indignante del proyecto y del poder que tienen hoy las feministas. (Audio al inicio de la nota)