El Gobierno francés intenta tapar el sol con un dedo. En París Siete personas fueron atacadas por un individuo armado con un puñal y un barrote. Cuatro de ellas están gravemente heridas.
El ataque tuvo lugar poco antes de las 11 de la noche hora local, a la orilla de un canal en el distrito 19, noreste de la ciudad. El sospechoso es afgano y fue arrestado en el lugar.
Lo increíble es que a pesar de que los hechos dejan claro que fue un ataque aleatorio, el hombre iba por la calle con cuchillo en mano intentando hacer el mayor daño posible, las autoridades indican que no hay indicios de que el suceso esté relacionado con terrorismo. Una fuente de la policía francesa declaró que se ha lanzado una investigación por intento de asesinato.
Hay que recordar que ha habido varios ataques con cuchillo en Francia en los últimos meses, pero pocos han resultado en investigaciones de terrorismo. En redes sociales la gente, que por supuesto ya no le cree al gobierno francés, reclama que quieren tapar el sol con un dedo.
Y es que tal y como lo publicó el diario ABC en un polémico titular, Francia, es el primer país «musulmán» de Europa. La población musulmana es más joven y crece más rápido, no solo en esa nación, sino en toda Europa, pero en Francia la migración y la natalidad de musulmanas es mucho más alta.
Según cifras oficiales, en Francia hay 6 millones de musulmanes, lo que representa casi el 10% de la población. Y las musulmanas tienen la natalidad más alta de Europa: una media de 2,9 niños por mujer, cuando las mujeres no musulmanas apenas tienen una media de 1,5.
El problema por supuesto no es la migración en general, sino este caso específico. Ha quedado claro que los musulmanes no se han podido integrar a la cultura occidental fácilmente, las autoridades no han logrado frenar los ataques terroristas en nombre de Alá y los europeos cada vez están más molestos por tener que mantener un gran Estado de bienestar que se debe ocupar de los migrantes.
En la Noticia del Día comentamos el ridículo intento del Gobierno francés para tapar el sol con un dedo. Si Europa no empieza a enfrentar el problema ya, novelas como Sumisión, que hablan de cómo los musulmanes se toman Europa, dejarán pronto de ser una fantasía y se convertirán en una profecía de algo ya cumplido.