El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, parece estar contra la pared. El independentismo catalán, que le permitió llegar al poder y al que necesita para gobernar, le ha dado un ultimátum: si no permite un referendo independentista no lo apoyarán más.
Hoy entrevistamos a Diego de Schouwer, politólogo y columnista en el periódico español La Gaceta, quien se ha hecho bastante conocido en Twitter por sus duras críticas contra el independentismo catalán.
¿Cree usted que el independentismo catalán es un movimiento socialista?
El independentismo catalán tiene muchas ideologías: conservador, representado por el PDeCAT, socialdemócrata, representado por ERC, y antisistema, representado por la CUP. No es socialista, pero es tremendamente comunitarista: aparta al individuo del debate y hace política a partir de la masa. No hay catalanes, está “el pueblo de Cataluña”. Aunque la mitad de los catalanes no quieran la independencia, da igual. Los líderes independentistas hablan en nombre de todo el pueblo.
En este momento los independentistas no son mayoría. Cree que ese movimiento pueda crecer hasta volverse mayoría o considera que lo que crecerá en los próximos años es el rechazo.
Creo que el independentismo ha alcanzado su apoyo máximo y ahora mismo solo aspira a mantenerse, si no a reducirse. Han contado durante años con un sistema educativo a su servicio para crear identidad, y con unos medios de comunicación públicos con afán de propaganda. Sumado a todo eso, solo han alcanzado el 47 % de los votos. Ahora que los catalanes no independentistas han reaccionado veo muy complicado que consigan “ampliar la base”, como ellos lo llaman, al menos en el corto plazo.
A largo plazo, quién sabe. Algunos dicen que dado que los jóvenes están muy a favor de la independencia y los mayores muy en contra solo es cuestión de tiempo que acaben teniendo mayoría, pero con el descenso de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida lo veo poco probable.
¿Hasta dónde llegará Sánchez con el independentismo después de que lo han amenazado con quitarle el respaldo?
Pedro Sánchez está ahora mismo entre dos tierras. Tiene que gobernar en Madrid y hacer cumplir la ley en Cataluña. Pero para gobernar en Madrid necesita el apoyo de aquellos que pretenden saltarse la ley en Cataluña, así que una de dos: o llega un punto en el que opte por mirar hacia otro lado en Cataluña para mantenerse en Madrid o el apoyo de los independentistas acabará saltando por los aires y tendrá que convocar elecciones. Lo más probable es lo segundo.
¿En este momento quién manda en Cataluña? Los Mozos de Escuadra parecen estar completamente del lado del independentismo y los políticos que han organizado todo un golpe ahora siguen con voto en el parlamento.
No se sabe bien quién manda en Cataluña. Desde hace seis meses preside Cataluña un señor que ha pisado el parlamento catalán tres veces y que se dedica a visitar las fiestas de los pueblos. Los partidos en el Gobierno catalán, PDeCAT y ERC, cada vez tienen más dificultades para ponerse de acuerdo, y aun poniéndose de acuerdo dependen de los votos de la CUP, que exige que cada acción del Gobierno de Cataluña apueste por la desobediencia. Con este panorama, cada medida que quieran tomar Gobierno y Parlamento catalán necesitan casi de un milagro para superar todos los obstáculos. Ahora mismo gobierna todo el mundo y no gobierna absolutamente nadie.
¿Qué posición debería tomar el PP y Ciudadanos ante el anuncio de Torra?
Ponerse del lado del Gobierno siempre que la Generalitat de Cataluña ponga o intente poner en jaque al Estado o al Gobierno y proponer por su lado cómo solucionar el conflicto. Poco más.
Cree que es posible que el independentismo logre el triunfo o simplemente son un problema molesto pero que no tiene cómo pasar a mayores
Para que un movimiento independentista en el siglo XXI triunfe necesita que el Estado le conceda la posibilidad de independizarse, tener el apoyo internacional o conseguir esa independencia recurriendo a la fuerza y a la violencia. España no parece dispuesta a incumplir su propia Constitución, lo que descarta la primera vía. Ningún Estado reconoció a la República de Cataluña cuando declaró su independencia, lo que anula la segunda vía. Y no creo que Cataluña (como territorio) recurra a la violencia, más teniendo en cuenta que en ese momento sí se cerraría cualquier opción de reconocimiento internacional. No veo cómo podrían conseguirlo.