Al iniciar la semana, en esta sección comentábamos la brutalidad del gobierno chino y venezolano. Hoy hablamos del asesinato y posible descuartizamiento de un periodista en la Embajada de Arabia Saudí en Turquía y de las nuevas pruebas que salen a la luz respecto al supuesto suicidio del Concejal opositor Fernando Albán. Lastimosamente, de nuevo el tema es la ilimitada brutalidad de estos gobiernos.
Cámaras de seguridad grabaron hace nueve días al periodista saudí, Jamal Khasoggi, entrando en el consulado de Arabia Saudí en Estambul. Su novia esperaba fuera, pero Jamal nunca salió.
Pronto se conocieron imágenes grabadas por cámaras en aeropuerto de Estambul y en dos hoteles de la ciudad, en las que se ve a más de una docena de supuestos agentes de la inteligencia saudí llegando a la ciudad poco antes de la desaparición del periodista. Uno de los hombres identificados sería un reconocido médico forense.
Ayer, el Washington Post, aseguró que los servicios de inteligencia estadounidenses, gracias a interceptaciones de comunicaciones de funcionarios del país árabe, conocían los planes del Gobierno de Arabia Saudí para capturar al periodista. Sin embargo, al parecer, “no estaba claro si tenían la intención de interrogarlo o matarlo”.
Mientras tanto, en Venezuela también se empiezan a conocer detalles de lo que en realidad ocurrió con el Concejal opositor Fernando Albán, quien según la versión del chavismo se tiró el lunes por una ventana del décimo piso del Sebin.
El fiscal ilegal impuesto por la Constituyente, Tarek William Saab, aseguró a inicio de semana que Albán había pedido ir al baño del piso 10 del Sebin y desde allí saltó. No pasó mucho tiempo para que se supiera que en el baño de ese piso no hay ventanas, por lo que ayer modificó su versión de los hechos.
Mientras tanto, el excoordinador de investigaciones de la principal morgue de Caracas, aseguró que la autopsia, que menciona Saab, fue alterada y que el cuerpo del Concejal Albán presenta “agua en los pulmones”.
En la Noticia del Día le contamos los últimos y escalofriantes detalles sobre los asesinatos cometidos por estos gobiernos y el sepulcral silencio de la comunidad internacional.