Por estos días el mundo entero mira atento lo que ocurre en Venezuela. Esta semana, intentando calmar el hambre de millones de personas y salvar las vidas de quienes necesitan medicamentos, en tanto logran sacar al chavismo del poder, Juan Guaidó y la oposición espera que la ayuda humanitaria donada por diferentes países pueda entrar a Venezuela.
Maduro insiste en impedir a toda costa la entrada de alimentos y medicinas, dice que no lo necesitan. Incluso hace poco vimos al tirano, en un hospital, vestido de medico, asegurando que todo está bien y que los venezolanos no necesitan “migajas”.
Sin embargo, el chavismo no puede tapar el sol con un dedo. En Venezuela la escasez de medicinas es mayor al 80%, los hospitales se caen a pedazos, y no hay ni siquiera elementos básicos como jeringas o gasas. La ayuda humanitaria que Maduro no quiere dejar entrar puede salvar la vida de cientos de miles de personas.
En el podcast de hoy una enfermera venezolana, Damarys Vásquez, nos cuenta la realidad de la salud en Venezuela y la tragedia, no solo de los enfermos, sino de los profesionales de la salud que muchas veces tienen que ver morir a sus pacientes por falta de los medicamentos e instrumentos más básicos.
Esta enfermera venezolana narra, con la voz quebrada, que los hospitales están deteriorados, que muchos están contaminados con aguas negras, que no hay con qué esterilizar los instrumentos quirúrgicos por lo que el riesgo de infección y contaminación es muy alto. En los hospitales venezolanos lo único que quedan son médicos y enfermeras dispuestos a hacer su trabajo, pero sin materiales.
Los pacientes deben llevar hasta lo más básico si quieren ser atendidos. Llevar el remedio, la jeringa y de ahí en adelante cualquier cosa necesaria. Pero incluso el medicamento más común en cualquier país del mundo, es difícil de conseguir en Venezuela, o no hay o es muy caro.
“He visto mujeres parir en la calle , no son recibidas en los hospitales porque no hay material para atenderlas, hay que llevar el kit de cesárea incluso en clínicas privadas”, asegura nuestra invitada de hoy. Quien también relata en la entrevista, que en el hospital donde trabaja murieron 12 niños en dos meses, cree que la causa es la contaminación y la falta de esterilización -no hay cómo hacerlo con los materiales indicados-.
Hoy, una enfermera venezolana nos cuenta la terrible situación de la salud en su país.
“Siento que no estoy haciendo lo que debería hacer, porque yo estudié para salva vidas”, Damarys Vasquez, enfermera venezolana.