
Este martes 12 de marzo Theresa May volvió a sufrir una estruendosa derrota en el Parlamento británico, esta incluso más dolorosa que la anterior. El acuerdo que estuvo negociando por segunda vez con la Unión Europea fue rechazado por 391 votos frente a 242.
La primera ministra intentó, como en las veces pasadas, amenazar a los diputados. “Si no aprobamos el acuerdo, corremos el riesgo de perder el Brexit“, fue la frase que repitió en varias ocasiones para intentar sacar adelante su acuerdo de salida. También recordó las declaraciones del presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker: “No habrá otra oportunidad”.
Pero sus amenazas no funcionaron. EL acuerdo de May, como muchos advirtieron, no tenía modificaciones de fondo y sobre todo no daba garantía para que Reino Unido pueda ser soberano, 75 diputados de su propio partido volvieron votar en contra. Hoy, 13 de marzo se llevó a cabo una nueva votación en la que los diputados decidieron si el Reino Unido salía sin acuerdo o con él. Como se esperaba, la mayoría de diputados votaron a favor de un acuerdo.
Mañana se realizará una nueva votación. Los diputados decidirán si Theresa May debe volver a la Unión Europea a pedir que se extienda el plazo para la salida del bloque. Lo más probable es que el voto sea positivo y que la primera ministra vuelva a intentar negociar. El 20 de marzo sería el día en el que le concedan o le nieguen la extensión. Esa decisión no está tan clara porque los 22 países del bloque deben estar de acuerdo. Si tan solo uno se niega, no hay extensión y Reino Unido tendría que salir el 29 de marzo sin acuerdo alguno.
Ahora bien, si el bloque europeo aprueba aplazar la fecha, probablemente el nuevo límite sería hasta antes del 22 de mayo cuando empiezan las elecciones europeas. Como lo ha dicho una y otra vez la Unión Europea, no hay posibilidad de un cambio de fondo en el acuerdo ya logrado con May y rechazado dos veces por el Parlamento británico, de modo que aunque la primera ministra logre que se aplace la fecha de la salida del bloque, cuando vuelva a presentarse ante los diputados volverá a ser derrotada su propuesta de salida y lo más probable entonces es que para finales de mayo veamos una salida sin acuerdo.
El Brexit, salida de Reino Unido de la Unión Europea, nace con la intención de enfrentar a los globalistas de Europa y de devolverle la soberanía a los británicos. La Unión Europea entendida como un espacio de libre intercambio de mercancías y movilidad de personas es un buen intento, sin embargo, con los años esa idea se deformó totalmente y terminó sirviendo para que unos cuantos socialistas globalistas impusieran sus reglar a todos los países que conforman el bloque.
Si Reino Unido logra salir de la Unión Europea y consolidar un proyecto político liberal que tenga como columnas la disminución de impuestos, la reducción del Estado y en general la liberalización de la economía, veremos un genial ejemplo de un país que saliéndose de las cadenas socialdemócratas impuestas por los poderosos de la UE consigue un estruendoso éxito al abrazar el liberalismo.
En ese sentido, los liberales esperamos con ansias que el Brexit se concrete.