Ayer, domingo 31 de marzo, se registraron protestas en varios estados de Venezuela, y es que la gente no aguanta más vivir sin luz, agua e internet. La mayor parte del país lleva 7 días sufriendo cortes en la electricidad. El apagón afecta al menos a 21 de los 23 estados del país.
Los venezolanos salieron a protestar trancando las calles para exigir soluciones, algunas de las protestas incluso se realizaron muy cerca de Miraflores. El chavismo ordenó la intervención de colectivos. Los paramilitares atacaron a los manifestantes con bombas lacrimógenas y armas de fuego. Se sabe que hay dos heridos por cuenta de la brutal represión.
El Ministro de comunicaciones de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, aseguró ayer que el chavismo fue víctima de “dos nuevos ataques programados y sincronizados” para obstruir el trabajo de recuperación de la hidroeléctrica de Guri.
Rodríguez anunció que se mantendrán suspendidas las actividades escolares, sin especificar hasta cuándo, aunque ya la mayoría de los niños venezolanos llevan 11 días sin clases. Más tarde, Maduro estableció una “jornada laboral especial” cuyo horario será hasta las 2:00 pm, dijo que ese plan de “racionacimento” duraría 30 días. Aseguró que al finalizar ese periodo se va a restituir de manera progresiva el servicio eléctrico en todo el país.
Es evidente que no hay ningún “plan de racionamiento”, simplemente Maduro y su gente no tiene cómo reparar el daño que años de corrupción, robo y abandono han dejado en la hidroeléctrica que genera el 80% de la electricidad que consume Venezuela, y como buen socialista decide echarle la culpa a otros de lo que solo él es responsable.
Ha acusado a EE. UU., directamente a Donald Trump, han dicho que es un ataque “electromagnético” llevado a cabo entre el Senador republicano Marco Rubio y la derecha colombiana, y por supuesto también ha acusado a Juan Guaidó y a su gente.
Mientras tanto, el verdadero presidente de Venezuela, Juan Guaidó, insiste en su llamado a los militares venezolanos para que dejen de apoyar a Maduro y se pongan del lado de la gente. Aunque cientos han acudido a su llamado, lo cierto es que quedan muchos más militares del lado de la tiranía, para algunos es la única forma de mantener a su familia y para otros simplemente es demasiado arriesgado cambiar de bando, muchos militares desertores han sido llevados presos y están siendo torturados.
Guaidó también ha dicho varias veces que de ser necesario tendrán que aprobar desde la Asamblea Nacional la intervención de fuerzas militares extranjeras. Así como cada vez insiste con más ahínco en que pronto irán a Miraflores a tomar la oficina del presidente y a sacar al usurpador. Sin embargo, en hechos nada parece avanzar.
Muchos venezolanos están perdiendo la esperanza y en redes sociales muestran la tragedia de vivir en la oscuridad y no ver ninguna puerta de salida en el horizonte.
Mientras los venezolanos ahora, además de la escasez de alimentos y medicinas, deben sufrir la falta de electricidad, que la comida se pudra, que los hospitales no funcionen, y que estén sin internet y sin comunicación alguna, el tirano afirmó que se dedicará personalmente a atender la crisis eléctrica, y el Ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que los militares rusos que se encuentran en Venezuela están efectuando labores de mantenimiento para solucionar el apagón.
De modo que los venezolanos no tienen luz, no tienen agua, no tienen internet, y la esperanza que les dan es que Maduro y los militares rusos mágicamente se convirtieron en expertos y están arreglando los daños en la hidroeléctrica.
Esta mañana se reportó un nuevo apagón, hoy, Lunes 1 de abril, hay 21 estados con amplias zonas sin luz, incluyendo la mayor parte de Caracas que está a oscuras.