La revista Semana ha revelado documentos secretos del CODENA, que muestran las razones de Nicolás Maduro para infiltrar el “paro indígena” que ya lleva más de 20 días y tiene paralizado el suroccidente de Colombia, dejando pérdidas de 50 mil millones de pesos (USD $15.971.250), empresarios quebrados, colombianos humildes sin trabajo, desabastecimiento de gasolina y, entre otras cosas, miles de personas atrapadas, sin poder desplazarse de un lugar a otro.
El CODENA, Concejo de Defensa de la Nación de Venezuela, según dice su sitio web, es el máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público en los asuntos relacionados con la defensa integral de la nación, su soberanía y la integridad de su espacio geográfico. Este organismo es bastante conocido en Venezuela por ser el grupo que le habla al oído a Maduro. Muchos aseguran que el tirano sigue al pie de la letra las indicaciones dadas por las 20 personas que lo conforman, en su mayoría militares activos.
En el documento secreto del CODENA, publicado por la revista colombiana, se leen varias impactantes recomendaciones que el organismo hace al tirano. El inicio del texto muestra las razones de los asesores para infiltrar las marchas indígenas:
“El actual escenario de protestas indígenas de Colombia favorece al gobierno venezolano en la medida que el presidente Iván Duque orientaría toda su atención a la crisis interna colombiana”.
Dentro de las líneas de acción a seguir, se lee:
El apoyo del gobierno (de Venezuela) a las protestas indígenas debe estar orientado a:
-Que se conviertan en protestas que afecten la gobernabilidad de Colombia.
-Abrir otro frente de conflicto a Duque para evitar que se siga involucrando en los asuntos internos de Venezuela.
En el documento también se ven las observaciones del CODENA sobre cómo la infiltración de la “protesta indígena” en Colombia podría ser en cierta medida contraproducente:
“Existe el riesgo que a mediano y largo plazo dicho escenario (las protestas indígenas) podrían replicarse en Venezuela con el pueblo indígena Pemón (sur del estado Bolívar), creando brotes de secesión”.
“Se podrían fortalecer los movimientos indígenas en América Latina”.
“Gobierno colombiano podría descalificar las protestas por estar financiadas y apoyadas por el gobierno (de Venezuela), en su afán de satanizar la legitimidad del Gobierno de Maduro”.
Para terminar, en las recomendaciones finales a Maduro se lee:
“Apoyar y financiar los movimientos sociales y protestas indígenas en Colombia para debilitar a Duque y mantener la apertura de otros frentes de conflicto”.
Estos documentos solo vienen a confirmar las sospechas y acusaciones que colombianos de a pie, e incluso funcionarios estatales, ya han hecho sobre los diferentes intereses políticos y económico detrás de los actos terroristas que se viven en el Cauca.
Esta semana el fiscal colombiano, Néstor Humberto Martínez, dijo: “nosotros hemos advertido que hay infiltración de organizaciones delictivas, disidencias de las Farc, ELN y algunas otras organizaciones”. El ministro de Defensa, Guillermo Botero, también dio declaraciones en el mismo sentido, asegurando que tienen pruebas de que las disidencias de las FARC están detrás de estos desmanes.
La relación entre el chavismo y grupos narcoterroristas como las FARC y el ELN también es ampliamente conocida. Por sus ideas socialistas, pero principalmente por sus negocios, Maduro, Diosdado y sus compinches son socios de los peores asesinos de la historia de Colombia, y por estos días trabajan en desestabilizar al presidente Duque armando “mingas indígenas” que, como dijo el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, se han convertido en “el secuestro colectivo más grande que se haya dado en la historia de Colombia”.
Los colombianos no son tontos y es evidente que lo que ocurre en el suroccidente del país ni es espontáneo ni se trata de una protesta indígenas. ¿Por qué entre las demandas de la “minga” está no reconocer a Juan Guaidó como presidente de Venezuela? y ¿de dónde sacan el dinero para mantenerse 25 días protestando y sin trabajar?
Los documentos revelados por Semana confirman, una vez más, lo que ya muchos colombianos sabíamos. Pero, además, vuelve a poner sobre la mesa la influencia de Venezuela en Colombia, y las múltiples y peligrosas formas en las que el chavismo afecta nuestro país.