Después de las declaraciones dadas la semana pasada por el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams , quien afirmó que no es un buen momento para que Venezuela pida una intervención militar, esta semana se ha hecho evidente que el gobierno de Donald Trump quiere corregir las afirmaciones del señor Abrams.
En unas declaraciones que los expertos tildan de extrañas, porque no es normal que un miembro de la cúpula militar dé ese tipo de entrevistas, el almirante Craig Faller, al mando del Comando Sur de Estados Unidos, ha dicho que las fuerzas armadas norteamericanas están listas para cumplir órdenes de intervención en Venezuela si así lo decide el presidente Donald Trump.
“Estamos en situación de alerta”, dijo Faller, quien comparó a Maduro con Bashar al-Asad en Siria, diciendo que “la crisis en Venezuela se acercaría a ese nivel (el de siria) si a final de año Maduro aún está en el poder”. El alto mando cree que si el tirano no sale del poder a final de año se daría un punto de inflexión.
El comandante también dijo que en los altos escalafones del ejército estadounidense existe el convencimiento de que la crisis de Venezuela puede no solucionarse solo con las presiones diplomáticas y las sanciones económicas impuestas por la Casa Blanca, y que por lo tanto los militares respaldan a Trump si decide una intervención militar.
Por su parte, la secretaría general de la Organización de Estados Americanos ha exhortado a sus socios en Latinoamerica a que consideren la responsabilidad de proteger a los venezolanos víctimas de los crímenes de la tiranía socialista. Ese podría ser el foro elegido para legitimar una intervención, ya que en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Rusia y China tienen poder de veto.
Y en línea con las declaraciones de Faller, ayer Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., aseguró que Venezuela constituye un “riesgo muy real” para Estados Unidos. Se refirió a la presencia de Hezbolá en el país suramericano, mencionó que Venezuela se ha convertido en una ruta para sacar la droga hacia Norteamérica y también subrayó los lazos del chavismo con Rusia.
En el mismo sentido ha hablado el Senador Marco Rubio, quien también haciendo referencia a la presencia de Irán y Rusia en Venezuela, ha dicho que la continuidad de Maduro en el poder no es solo cuestión de los venezolanos sino que también es un amenaza para Estados Unidos.
Otro que ha hablado dejando claro que EE. UU. no ha descartado una intervención militar y que muy posiblemente Elliott Abrams se equivocó en sus declaraciones, es el también el senador republicano Rick Scott, quien ha dicho: “Maduro no nos ha dejado más opción que acompañar el envío de ayuda a los venezolanos con recursos militares estadounidenses”.
Lo que nos queda claro con todas estas declaraciones es que Estados Unidos sí está listo para una intervención en Venezuela.
Maria Corina Machado, líder opositora y coordinadora de Vente Venezuela, lleva meses hablando de la necesidad de que la Asamblea Nacional y Juan Guaidó activen el artículo 187, numeral 11, y aprueben ayuda militar extranjera. Machado habla de la necesidad de dar un soporte constitucional para recibir esa ayuda militar. Lastimosamente en ese sentido aún no avanzan Guaidó, ni los miembros de la Asamblea.