Álvaro Uribe Vélez, el presidente de Colombia entre el 2002 y el 2010, se presenta por estos días ante la Corte Suprema de Justicia, donde se le adelanta una investigación por presuntamente manipular testigos.
El ahora senador de la República, quien sin duda es la figura política más importante de la historia reciente de Colombia, comparece ante una justicia embarrada por escándalos como el “Cartel de la toga”, una asociación ilícita de magistrados que pedían millonarias sumas de dinero a investigados por diferentes delitos para favorecerlos judicialmente.
La corte que investiga al expresidente, además, ha reconocido que de manera ilícita, sin una orden —porque no había motivos para hacerlo— interceptó el teléfono de Uribe. Increíblemente, se atrevieron a decir que se buscaba interceptar a otra persona, pero por casualidad terminaron grabando las conversaciones de la figura política más importante de Colombia. Durante 100 días realizaron 21 000 interceptaciones “por error”.
Eso sí, a pesar de que reconocen que las grabaciones se obtuvieron de manera ilícita, han decidido utilizarlas en la investigación.
Los escándalos que tiene encima la justicia a la que se enfrenta el expresidente son muchos más, pero este espacio no lo dedicaremos a hablar de la dudosa y descarada justicia colombiana, sino a recordar por qué Uribe Vélez es el personaje más popular y querido del país. Por qué, a pesar de todas las acusaciones y señalamientos que se le hacen, es un fenómeno político que sigue poniendo presidentes en Colombia y consiguiendo los votos para mantener al Centro Democrático como el partido líder en el Congreso.
Cuando en el 2002 el expresidente inicia su primer periodo, gran parte del país estaba tomado por las FARC y otros grupos terroristas, Uribe instaura la seguridad democrática, y se empeña en enfrentar con mano dura a los delincuentes. Fruto del combate frontal que establece, para el 2010 las FARC están prácticamente derrotadas.
158 municipios en los que mandaban los delincuentes, fueron recuperados durante el mandato del expresidente. Las FARC que para el 2002 estaba rodeando las principales capitales y cometía actos terroristas incluso en las ciudades, recibieron durante los ocho años de mandato del presidente Uribe ataques contundentes, bombardeos a campamentos, golpes a sus principales cabecillas, extradiciones por montones.
En el 2002, cuando Uribe Vélez llegó a la presidencia por primera vez, la pobreza en Colombia era del 49,7 %, la inflación anual estaba en 7 % y el desempleo en 14 % . Sin duda, los indicadores económicos eran muy preocupantes, pero el mayor problema que enfrentaba el país en ese momento era la guerrilla de las FARC y lo que eso significaba en materia económica.
La inversión extranjera estaba por el piso, era apenas de 2 134 millones de dólares, y no había nueva inversión. Nadie en su sano juicio quería invertir en Colombia. Ni siquiera los mismos colombianos se atrevían a invertir, las FARC ya habían llegado incluso a las principales ciudades. De modo que al desplazamiento y la violencia se les sumaba la falta de empleo debido a la raquítica inversión.
Entre 2002 y 2010 la economía colombiana creció a una tasa anual del 4,4% en promedio con un pico del 6,9% en 2007, el mayor registro en 20 años. En el 2009 como consecuencia de la crisis financiera internacional el PIB solo crece 1,2 %, pero en el último año de Uribe como presidente la economía creció 4,3 %. Evidentemente, la política de “seguridad democrática”, que consistía fundamentalmente en perseguir a las FARC, dio sus frutos.
Además, la “mano dura” contra los terroristas se acompañó de medidas de estímulo tributario, estabilidad jurídica, crecimiento de las zonas francas, flexibilización del mercado laboral y beneficios a la inversión de capitales. De modo que la inversión extranjera directa creció casi cuatro veces en la era Uribe, al pasar de 2 134 millones de dólares en 2002 a 7 201 millones en 2009.
Los empresarios volvieron a creer en Colombia y se logró que el país figurara nuevamente en los mapas de los inversores globales como un lugar seguro y con buenas perspectivas de crecimiento.
Al término de su gobierno, Colombia fue reconocido como campeón latinoamericano en inversión extranjera, y turistas de todas partes del mundo volvieron a visitarlo, pues se posicionó como uno de los destinos preferidos en la región, cuando antes era visto como un lugar supremamente peligroso, como efectivamente lo era por cuenta de la guerrilla.
¿Cuántas vidas se salvaron de ser arruinadas por las FARC? ¿Cuántas muertes nos evitamos gracias al combate frontal realizado en el Gobierno del expresidente? No lo sabemos, pero Uribe Vélez salvó al país de las FARC y del socialismo.