El oficialismo en Venezuela decidió de forma secreta evitar, a como de lugar, la realización del referendo revocatorio al mandato de Maduro, por lo menos este año, a pesar de las presiones internacionales y del descontento social que está enfrentando el país.
El gabinete de dirigentes gubernamentales que conforma el chavismo está en un intento desesperando por anclarse al poder hasta el 2019, debido a que semanas atrás tomaron la decisión de provocar una especie de escenario que provoque un enfrentamiento entre el régimen y la oposición, que ya ha agotado todos sus esfuerzos y posibilidades para que la mayoría de los venezolanos decidan el futuro del país electoralmente.
Apoyo internacional para referendo revocatorio
El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, recomendaron como solución política la realización del revocatorio, señalando que es la salida legítima para la insostenible crisis humanitaria por la que está pasando Venezuela.
Sin embargo, el oficialismo afirma que el referendo no es una alternativa válida, comentaron a El Nuevo Herald fuentes cercanas.“No hacerlo es la apuesta principal del Chavismo para este año. Se acordó que se pueden hacer concesiones y que estarían incluso dispuestos a aceptar todo aquello que se les pudiera plantear o que a la oposición se le pudiera imaginar. Pero en este año no”. Comentó una de las fuentes, que habló bajo condición de anonimato.
“Maduro no quiere ser el primer presidente del chavismo derrotado por la oposición en un proceso electoral”, reveló otra de las fuentes. También agregó, que el presidente estaría dispuesto a renunciar para gritar a los cuatro vientos que fue víctima del sabotaje interno y de las conspiraciones de “El Imperio” y que al final se vio obligado a separarse del poder para evitar una situación de gran violencia en Venezuela.
En caso de realizar el revocatorio para después de enero del 2017, cualquier salida del poder de Maduro, bajo la normativa de la Constitución Nacional, significaría que el resto del mandato lo asumiría el vicepresidente, que podría ser nombrado por el mismo Maduro. El actual período presidencial culmina en el 2019.
El mandatario no acepta ni siquiera para el próximo año medirse personalmente en el referendo, teniendo en cuenta que tiene un nivel de popularidad inferior al 20 % de la población.
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En cuanto a los recientes cambios en el Gobierno, cuando Maduro decidió otorgarle “superpoderes al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en donde se le incluyen los nuevos controles sobre todo el gabinete de los ministerios nacionales”, las fuentes anónimas dijeron que con esto tratan de evitar que el descontento del pueblo por la gravísima situación de escasez pueda terminar en una guerra civil. “Nicolás apuesta para que Padrino López y el manejo de logística que tienen las Fuerzas Armadas, logren aliviar un poco el problema de la escasez para conseguir más tiempo y llegar hasta el 2017”, dijo la fuente.
La participación militar dentro del régimen aumentó significativamente, dentro de un país que ya estaba militarizado. Esta vez, quienes se arriesgan en su totalidad son las Fuerzas Armadas, que cuentan con muy pocas herramientas para atender los problemas a los que se enfrenta Venezuela.