
Según la policía, más de 750.000 personas en todo Chile salieron a las calles en modo de protesta, para exigir el término de la privatización de pensiones, que fueron creadas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Este término privado le exige a los trabajadores aportar el 13% de sus salarios con la finalidad de obtener una pensión luego de su jubilación. De acuerdo con el gremio laboral, el monto de la pensión que se recibe es mucho menor al monto calculado y al debido, por lo tanto, los chilenos buscan retornar al sistema que se regía antes de 1981.
Solamente en Santiago participaron unas 50.000 personas, mientras que a nivel nacional, indican los organizadores, fueron aproximadamente 750.000, quienes el dirigente de la coordinadora “No+AFP” (Administrador de fondo de pensiones), los llamó como “los indignados de Chile”.
Esta organización utilizaba consignas como“No+AFP, por pensiones dignas Chile sale a la calle”. La misma fue convocada por varias organizaciones sociales que demandan la extinción del Sistema de Capitalización Individual, que entrega la administración de los fondos acumulados por los trabajadores a las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones.
Las personas se quejaban de las altas pensiones que cobran funcionarios de instituciones como Gendarmería (un servicio de pensiones), con montos de hasta 7.600 dólares y que equivalen aproximadamente a 50 pensiones mínimas de cientos de pensionados chilenos.
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En 1981, cuando en la dictadura de Pinochet se impuso este sistema de AFP, también se mantuvo el viejo sistema de reparto para las Fuerzas Armadas y otras instituciones que sí disfrutaban y disfrutan de altas pensiones. Irónicamente, las personas que cotizan en el sistema privado, cobran pensiones entre un tercio y un cincuenta por ciento de los ingresos que recibieron durante toda su vida laboral.
Estudios recientes indican que el promedio de pensiones en el sistema privado es de 312.000 pesos (480 dólares), aunque la mayoría de ellas, reciben el mínimo (la mitad de esta cifra).
Hay empleados que defienden el sistema privado y han puesto ideas que afectan a los trabajadores en su proceso para mejorar las pensiones. Por ejemplo: aumentar la edad de retiro (60 años para mujeres y 65 años para hombres) y aumentar la cotización por cuentas de ahorro de las mismas compañías.
Anteriormente algunos diputados de la bancada oficialista presentaron un informe de ley para hacer una reforma constitucional, en donde se pone fin al sistema de AFP y se reemplaza por un sistema público, con aportes de los jefes de las empresas privadas y del gobierno.
Fuente: El Nuevo Herald