Se ha vuelto una tradición que el Restaurante Versailles sea una parada para la mayoría de los candidatos políticos de todas las tendencias, para así participar e interactuar con comensales cubanos y latinoamericanos.
Sin embargo, el pasado jueves no ocurrió así cuando el exgobernador de Nuevo México y candidato presidencial libertario Gary Johnson intentó entrar a dicho restaurante.
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Justo en el momento en que Johnson entraba al restaurante, se encontraba dando una entrevista para la radio. Al percatarse de ello, uno de los encargados le pidió a los camarógrafos y a los reporteros que salieran del lugar, ya que el candidato no contaba con la autorización requerida para realizar actos de campaña al interior del lugar. El exgobernador se retiró tranquilamente del lugar para terminar la entrevista en el estacionamiento.
Johnson se presentó en el restaurante 10 minutos antes de lo previsto y tenía una chaqueta azul y una tradicional guayabera cubana, también llevaba una camisa y pantalones vaqueros. Comenzó con preguntas de los periodistas referentes al tema de Cuba y Estados Unidos.
También dijo públicamente: “Aplaudo a Obama por lo que ha hecho,” referente a la decisión del presidente para levantar algunas sanciones contra la isla. “Desde hace mucho tiempo, estoy planeando volver a Cuba. El libre comercio es realmente la forma en la se debe unir al mundo”.
No obstante, reiteró su entusiasmo por las recientes encuestas, a pesar que muestran que su candidatura avanza lentamente hacia el umbral del 15 %. “La única oportunidad que tengo para ganar la presidencia es estar en los debates presidenciales”, dijo Johnson. “Cualquier cosa es posible”.
En pleno acontecimiento, un seguidor de Johnson, le entregó públicamente un café y fue vencido por la emoción. “Este es uno de los mayores placeres de la vida”, afirmó el candidato.
Fuente: El Nuevo Herald