
La expresidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, impulsó, un mes antes de dejar su cargo, un plan que dio un dinamismo peculiar a su patrimonio en pesos y dólares, fortuna que, según El Clarín, creció en sus 13 años de poder.
Entre ella y sus hijos Máximo Kirchner y Florencia, en noviembre de 2015 y julio de 2016 movieron alrededor USD $82,5 millones entre varias cuentas a su nombre y el de una de sus empresas llamada “Los Sauces”.
La Unidad de Información Financiera (UIF), organismo que se encarga de detectar maniobras de blanqueo de divisas de origen ilícito, analizó varios de los movimientos monetarios que fueron muy llamativos y sospechosos.
Esta institución elaboró un informe sobre el balqueo de dinero de los K, el cual fue utilizado por el juez Carlos Bonadio, quien lleva la batuta en esta causa de la mano del fiscal Carlos Rivolo, para verificar si efectivamente los Kirchner utilizaron su empresa “Los Sauces” para poder movilizar los fondos que se generaron por medio de la corrupción.
Los Sauces, compañía K, alquiló y compró varias propiedades a dos empresarios, Cristóbal López y Lázaro Báez, beneficiados por las decisiones de los Kirchner tomadas durante sus gobiernos.
Recientemente, el pasado 3 de noviembre, el juez Bonadio emitió una resolución en donde se mencionan los documentos de la UIF y de las transferencias de los 82 millones de dólares de Cristina y sus hijos.
El juez a su vez, le solicitó a su colega Jualián Ercolini, quien también está investigando a los Kirchner por corrupción de obra pública, que mantenga en pie un embargo que se le había aplicado por USD $6,4 millones a una cuenta en el Banco Galicia a nombre de su hija Florencia.
Se cree que todos estos casos financieros se iniciaron por medio de la cuenta del Banco de Santa Cruz, en donde están los fondos de la sucesión de Néstor Carlos Kirchner, y que es administrada por Máximo Kirchner.
Este dinero fue transferido a la cuenta del Banco Nación, en donde Cristina comparte espacios financieros con sus hijos. Desde ese banco, el dinero se volvía a mover a otras cajas de ahorros y a cuentas corrientes de Máximo, Florencia y Cristina al Banco Galicia.
Según los documentos de la UIF, la exmandataria recibió, además, varios millones de pesos por parte de su empresa “Los Sauces” a la cuenta del Banco Nación, tras lo cual se repetiría el proceso de transferencias al Banco Galicia.
Se sospecha que los Kirchner habrían movido su dinero así debido a que lo querían ocultar de las investigaciones de la justicia. Además, para la UIF y los tribunales el origen de la fortuna K no está justificada.
Fuente: Clarin