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El Gobierno de Chile se encuentra trabajando para complementar la actual Ley de Etiquetado de Alimentos, que tiene más de seis meses en vigencia. Por ello, están buscando aplicar medidas como gravar impuestos a los alimentos altos en azúcar, para estimular la alimentación saludable y poder incentivar a las empresas a disminuir los nutrientes críticos de sus productos.
Tito Pizarro, jefe de Políticas Públicas del Ministerio de Salud, señaló que “Uno de los temas que se discuten hoy es cómo generar impuestos a los alimentos “altos en”. Hay un acuerdo del gobierno de hacer investigación y revisión al respecto, entre Salud y Hacienda, y la idea es que durante el primer semestre existan los estudios para que la autoridad pueda tomar alguna decisión”.
Existirán dos alternativas. Una que consiste en gravar todos los alimentos que tengan sellos negros, para advertir el exceso de los nutrientes críticos; que según varios medios de comunicación, para el 2016, eran 3.052 unidades. La otra opción es comenzar por los productos que sean altos en azúcar.
Adicionalmente, se subsidiarán los alimentos que son más saludables, sin embargo, por el tipo de producción, suelen ser más caros.
Para el caso de las bebidas azucaradas, el alza de sus impuestos pasaron del 13 % al 18 %. Para el gravamen de los líquidos sin azúcar, como el agua mineral, se redujo del 12 % al 10 %.
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Guido Girardi, senador de la república, indicó que después de esta medida, el Gobierno se comprometió a continuar con el estudio para gravar el resto de los productos con exceso de nutrientes críticos. Dijo que “Existen estudios que muestran que el mejor mecanismo de aplicar impuestos es haciéndolo a los productos con rótulo negro. Yo soy partidario de que exista, que sea parejo, de un 20 % a todos los productos, y que se genere, además, una política tributaria de incentivo a la alimentación saludable, rebajando impuestos a frutas y verduras“.
Según la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, México, es uno de los países que ya se encuentra con esta medida implementada, con respecto a las bebidas azucaradas y logró disminuir un 9 % en su consumo.
Con respecto a ello, Karen Riedemann, vicepresidenta del Colegio de Nutricionistas, señaló que estas medidas ““podrían ser una buena alternativa viendo el modelo mundial y, especialmente, los resultados que tuvo México. Podría ser una buena política”. No obstante, indicó que desde el colegio se está impulsando una política “hacia el consumo de alimentos sin sello, que son más naturales“.
Fuente: La Tercera
