La inclusión del enfoque de género en los acuerdos entre el Gobierno Santos y las FARC causó una gran polémica en Colombia. Para algunos grupos cristianos el acuerdo implicaba el final de la familia tradicional y el modelo bíblico de familia. El concejal de Bogotá Marco Fidel Ramírez aseguró que los acuerdos querían conducir al país hacia una “dictadura progay”.
Mientras líderes de la derecha tradicionalista como el concejal Ramírez o María Fernanda Cabal se oponen a las libertades individuales, como la unión de parejas del mismo sexo, ¿qué posición han tomado los líderes de la izquierda bolivariana en América Latina? ¿ha defendido las libertades individuales de grupos LGBTI? Estas son las preguntas que el PanAm Post decidió responder.
La dictadura cubana y los grupos LGBTI
Los cubanos han recibido un legado hispánico y caribeño en su postura con respecto a la homosexualidad. Desde antes de la Revolución cubana, la homofobia estaba presente en la isla. No obstante, con la llegada de los hermanos Castro al poder, el puritanismo revolucionario asoció la homosexualidad con “vicios capitalistas”. Algunos miembros de la comunidad LGBTI cubana tuvieron que huir, especialmente a Estados Unidos. Otros, se sumaron a movimientos contrarrevolucionarios como fue el caso del médico Rolando Cubela.
Durante esta época el dictador cubano, Fidel Castro, le aseguró al periodista norteamericano Lee Lockwood que «Jamás llegaremos a creer que un homosexual pueda encarnar las condiciones y los requisitos de conducta que permitieran considerarlo un verdadero revolucionario, un verdadero militante comunista».
En la década de los sesenta, la dictadura cubana impuso el servicio militar obligatorio. Grupos religiosos —como los Testigos de Jehová— fueron castigados por negarse a unirse al ejército cubano. De igual manera, grupos de gays y transexuales también fueron perseguidos por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
En 1965 se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). En las UMAP se concentraba a dichos grupos para “reeducar” a los disidentes. Se calcula que unas 35.000 personas fueron internadas en estos campos de trabajo. Muchos de los internados en las UMAP terminaron por suicidarse. Dada la presión de sociedades de artistas, las UMAP cerraron en 1968.
Hacia la década de los setenta, la homosexualidad dejó de verse como un tema criminal y se convirtió en un tema médico. La homosexualidad en la isla se legalizó en 1979, sin embargo, las muestras de afecto en público siguieron estando penalizadas.
La discriminación estatal impulsó a que varios ciudadanos homosexuales huyeran en 1980 durante el llamado éxodo del Mariel. El régimen cubano calificó a quienes huyeron de la isla durante este periodo como “escoria”.
Durante la década de los noventa, la dictadura cubana flexibilizó sus políticas con respecto a homosexuales y transexuales. Luego de 2010, hubo un cambio de postura del gobierno cubano con respecto al mundo LGBTI. El mismo Fidel Castro pidió disculpas por la actitud de su régimen con respecto a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales.
A pesar del cambio de discurso del régimen, la Constitución prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo. Tampoco existe legislación que reconozca la unión de parejas del mismo sexo.
La revolución bolivariana y los grupos LGBTI
En septiembre de 2016, colectivos armados bolivarianos irrumpieron en la Asamblea Nacional Venezolana. En varias de las fotografías se veían militantes con la bandera LGBTI. Vale la pena entonces preguntarse cuál ha sido la actitud de la dictadura bolivariana de Venezuela frente a las libertades individuales de homosexuales, intersexuales y transexuales del país.
Países como Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina reconocen el matrimonio entre parejas del mismo sexo. En Ecuador y Chile las uniones homosexuales son reconocidas legalmente. En Venezuela la constitución de 1999, documento creado por las fuerzas chavistas, “protege” el matrimonio entre hombre y mujer. Por lo tanto, las parejas homosexuales no son legalmente reconocidas.
Durante la campaña electoral de 2013, Nicolás Maduro utilizó expresiones como “maricón” en contra de sus rivales políticos. También sugirió, en tono peyorativo, que Capriles Radonski era homosexual debido a que el líder opositor no estaba casado.
Los únicos países iberoamericanos de Suramérica que no han implementado ningún tipo de reconocimiento para las parejas del mismo sexo son Venezuela, su aliada Bolivia, Paraguay y Perú. En el caso peruano, en la actualidad parlamentarios aliados del presidente Pedro Pablo Kuczynski buscan reconocer las uniones maritales entre personas del mismo sexo.
Las víctimas LGBTI de las FARC
El caso más trágico lo representa Colombia. En este país las minorías sexuales cuentan con libertades como el reconocimiento de los derechos patrimoniales e incluso la opción de adoptar. No obstante, los actores del conflicto armado violaron la vida, propiedad y libertad de personas LGBTI. Según el informe “Aniquilar la diferencia” (realizado por el Centro de Memoria Histórica) 34 % de los ataques a población homosexual y transgénero fue efectuada por los paramilitares y 30 % por bandas criminales. Según el mencionado estudio, 13 % de los crímenes fueron realizados por grupos guerrilleros.
Dada la ideología nacionalista de los grupos paramilitares, resulta fácil predecir que estos persiguieron y asesinaron homosexuales, lesbianas y transexuales. La Unidad de Justicia y Paz registró 119 casos de ataques por parte de las autodenominadas “autodefensas” en contra de población LGBTI.
También son conocidos los actos de discriminación por parte del Ejército colombiano en contra de homosexuales y transexuales. Hasta hace pocos años, el ejército colombiano prohibía el ingreso de ciudadanos LGBTI al servicio militar. Hasta hace poco, en el documento militar —en Colombia llamada Libreta Militar— los homosexuales y transexuales recibían una estampa que decía “homosexual”.
Menos conocidos son los ataques de la guerrilla de las FARC hacia ciudadanos homosexuales y transexuales. Y es que durante los intentos de negociación entre este grupo armado y Santos, las FARC han reclamado la defensa de dichos grupos; “la perspectiva de género incluye la comprensión y el reconocimiento de los derechos de la diversidad LGTBI”, afirmaron voceros de las FARC
A pesar de las declaraciones de guerrilleros exigiendo la defensa de los derechos de homosexuales y transexuales, las FARC violaron derechos de estos grupos. No se trata únicamente de asesinatos en combate en contra de población LGBTI, sino de agresiones en contra de ciudadanos por su condición sexual. Se calcula que cerca de 80 homosexuales y personas transgénero fueron asesinados por las FARC. Mientras que 930 fueron desplazados.
La violencia de las FARC en contra de población LGBTI también incluyó violaciones a mujeres trans. La organización guerrillera también implementó medidas “correctivas” en contra de lesbianas que hacían parte de la mencionada guerrilla.
Libertades individuales de los grupos LGBTI y la izquierda revolucionaria latinoamericana
A pesar de que comunistas y socialistas del siglo XXI dicen defender a la población LGBTI, es necesario recordar su historia de opresión contra estos grupos. Siguiendo el modelo soviético, los comunistas proponen una reingeniería social que implica un hombre nuevo. Ese “hombre nuevo” debe estar dispuesto a morir y a matar por la revolución. El conjunto de “hombres nuevos”, la sociedad socialista, debe estar dispuesta a ceder al Estado sus libertades individuales.
De esa manera, el régimen cubano creó campos de “reeducación” para quienes ejercían su libertad sexual. Las FARC abusaron en contra de homosexuales y transexuales, algunas veces buscando su “reorientación” sexual. Hoy en día, el grupo guerrillero, que busca convertirse en partido político, dice ser uno de los abanderados de la libertad de elegir.
En Venezuela, el proyecto bolivariano sabe explotar la causa LGBTI. Sin embargo, no permite la libertad de las parejas del mismo sexo a heredar y a reconocer sus derechos patrimoniales.
En Bolivia, el Gobierno de Morales tampoco ha hecho mucho por la defensa de los derechos patrimoniales de la población LGBTI. Finalmente, en Ecuador, las uniones entre parejas del mismo sexo son legales. No obstante, el Gobierno de Rafael Correa se opone con energía al matrimonio civil entre personas del mismo sexo.
Parte de la izquierda revolucionaria explota electoralmente a la comunidad LGBTI. La derecha nacionalista y religiosa la condena . En este contexto, los defensores de la libertad individual deben posicionarse decididamente a favor de quienes buscan ejercer su libertad.