El Congreso colombiano es una de las instituciones más desprestigiadas del país. Y hay razones suficientes para el desprestigio, ya que esta institución ha sido escenario de múltiples escándalos como la parapolítica y el intento de aprobar una polémica reforma a la justicia en 2012.
Desde 2006, 102 representantes y 97 senadores fueron investigados por presuntos vínculos con grupos paramilitares. Cerca de 42 congresistas resultaron condenados. 26 de los actuales congresistas fueron investigados por la misma razón.
Los salarios de los congresistas colombianos
En este contexto, los congresistas colombianos reciben generosos salarios. La brecha salarial entre congresistas y ciudadanos que reciben un salario mínimo en Colombia es alta. Mientras el salario mínimo en el país andino es de 689.454 pesos colombianos (COP) (USD $221), un congresista recibe 27.929.064 COP (cerca de USD $9.000). Eso significa que un congresista colombiano recibe casi 41 salarios mínimos. En América Latina los parlamentarios reciben en promedio 25,7 salarios mínimos.
Colombia enfrenta una difícil situación económica derivada de la crisis del precio del petróleo, la devaluación del peso y el elevado gasto público. En este contexto, el Gobierno de Juan Manuel Santos propuso una polémica reforma fiscal, la cual castigaría severamente a los ciudadanos colombianos.
Dada esta situación, la senadora del Partido Verde Claudia López propuso reducir el salario de los congresistas a 17.000.000 COP (USD$ 5500). En un principio, la propuesta recibió el apoyo del Partido de la U (partido del presidente colombiano). Sin embargo, los senadores de dicho partido terminaron decidiendo no evaluar el proyecto de ley la senadora.
El Partido de la U no fue el único en evitar el debate propuesto por la senadora López. Los uribistas del Centro Democrático y santistas de los partidos: Liberal, Cambio Radical y Partido de la U se unieron para hundir el proyecto. Esta extraña coalición de uribistas y santistas considera que la propuesta de López es “populista”.
En el PanAm Post analizamos el salario de los congresistas colombianos en el contexto mundial y explicamos el futuro de la reducción de salarios en el país.
El salario de un congresista colombiano en perspectiva latinoamericana
El caso colombiano no es excepcional en América Latina. Los congresistas colombianos tienen el quinto salario más alto de la región. Solo en México, Chile, Brasil y Argentina los parlamentarios reciben mejores sueldos que en Colombia.
El país donde los congresistas reciben un mayor salario es México. La brecha entre el salario mínimo y el salario de los congresistas también es la mayor de la región. En el país norteamericano, el salario mínimo es de 2.220 pesos mexicanos, cerca de USD $106. El salario de un congresista mexicano asciende hasta los USD $17.750. Esto implica que un congresista mexicano gana 167 veces más que una persona que recibe el salario mínimo. De mantenerse esta tendencia, un trabajador mexicano debería trabajar por cerca de 14 años para recibir un salario mensual de un congresista.
El salario más reducido de los congresistas en la región lo tienen los miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela. En la República Bolivariana, un miembro del legislativo recibe USD $60. El salario mínimo del país asciende a 65.056 bolívares (USD $35 mensuales). Por lo tanto, un congresista venezolano recibe casi el doble de un salario mínimo.
El salario de los congresistas colombianos en perspectiva global
Los congresistas de Colombia reciben un generoso salario comparados con sus colegas de la Unión Europea. Un parlamentario sueco devenga 63.800 coronas suecas mensuales (casi USD $7000) menos impuestos. Es decir, un parlamentario sueco recibe casi USD $2000 menos que su contraparte colombiana.
Los miembros de Senado y Cámara de Colombia reciben mejores ingresos que los países europeos como Lituania, Estonia, Bulgaria, Letonia, Rumania, Hungría, Portugal, Polonia, Grecia, Eslovaquia, República Checa, Eslovenia, Croacia, Chipre, España y Malta. Los salarios de los congresistas colombianos superan en ingresos a los parlamentarios de países tan prósperos como Luxemburgo, Francia, Irlanda, Suecia, Bélgica, Finlandia y Dinamarca.
Además de recibir mejores salarios, los congresistas colombianos reciben muchos más salarios mínimos que sus colegas europeos. Las citadas 63.800 coronas suecas que recibe un miembro del Riksdag (Parlamento sueco) equivalen a dos veces los ingresos de un sueco promedio.
Los senadores y representantes colombianos reciben también mejores salarios que los parlamentarios de países tan ricos como Nueva Zelanda, Suiza y Reino Unido.
El proyecto de la senadora Claudia López
Los enemigos del proyecto de la senadora López —uribistas y santistas— consideraron que la propuesta era “populista” y “oportunista”. El senador santista Armando Benedetti aseguró que la reducción de salarios de los congresistas implicaba un ahorro mínimo. El uribista Alfredo Rangel afirmó que la propuesta de López era “oportunista“. Para Rangel, López planeó la puesta en práctica de su propuesta a partir de 2018. Es decir, evitando que la nueva ley le aplicase.
Lo cierto es que la propuesta de la congresista verde habría implicado una reducción de $213.000 millones de pesos colombianos, casi USD $68 millones. Por otra parte, según la legislación colombiana, no es posible reducir salarios a la mitad de la vigencia de un régimen laboral. Razón por la cual, el proyecto de López no podía ser aplicado antes de 2018.
El proyecto del uribismo
El grupo uribista en el Senado presentó un proyecto alternativo al de López. La propuesta de los uribistas implica aumentar el salario de los congresistas en menor proporción que el salario mínimo. Este proyecto ahorraría mucho menos de lo propuesto por la congresista verde. La puesta en práctica de la propuesta del nacionalista Centro Democrático implicaría $24 mil millones contra los $213.000 millones de pesos de la propuesta de la congresista verde.
De ser aplicado el proyecto uribista, en cuatro años el salario de los congresistas colombianos sería de 32 salarios mínimos y no de 41.
El futuro del salario de los congresistas
A pesar de la retórica de santistas y uribistas en defensa de la austeridad, ambos bloques evitaron el debate de la reducción del salario de los congresistas.
El proyecto uribista implica una reducción cosmética de los astronómicos salarios de los congresistas colombianos. Sin embargo, es mucho mejor que continuar elevando los salarios del legislativo de forma acelerada.
Esta débil propuesta de reducción salarial puede contar con numerosos enemigos en el país. Y es que algunos congresistas colombianos han expresado su insatisfacción con las condiciones salariales que actualmente reciben. En 2011, el congresista conservador Juan Manuel Corzo aseguró que el dinero que recibía era insuficiente para pagar la gasolina de sus dos autos.
La defensa de los intereses personales es legítima en la democracia. No obstante, la mayoría de edad implica asumir la responsabilidad de los propios actos. Quienes defienden su privilegios deberían esperar la indignación ciudadana.