English Micaela Hierro le hace honor a su apellido. Nació en Argentina pero vive en Alemania, y es la fundadora de dos proyectos relacionados con derechos humanos en América Latina. Uno de ellos es la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, en la cual participan 18 países de la región, y el otro es la Red de Jóvenes Latinoamericanos por la Democracia en Cuba.
Ha visitado tres veces Cuba (en 2009, 2010 y 2012) y conoce de cerca la realidad comunista por sus lazos con la sociedad civil de la isla.
Sin titubeos expresa que en Cuba “hay un bloqueo comunicacional”. Como parte de su proyecto para impulsar la democracia en la isla, promueve una campaña de donación de celulares y recargas de saldo para los cubanos que son parte de la Mesa de Diálogo del proyecto.
Hierro accedió a conversar con PanAm Post sobre la realidad cubana y las nuevas relaciones de la isla con Estados Unidos.
¿Cuál es el proyecto y su rol dentro del mismo?
El proyecto nació en 2012 con un grupo de jóvenes latinoamericanos quienes fundamos la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia en Cuba, donde políticos y líderes sociales de distintas partes de la región nos sensibilizamos ante la realidad de los cubanos de no poder contar con libertad de expresión, de no poder militar de la misma manera en que nosotros lo podemos hacer en nuestros países.
En Cuba está prohibido que uno entrando con visa de turista se reúna con la sociedad civil.
Pensamos distintas maneras para colaborar en cómo fortalecer el trabajo de los jóvenes cubanos en activismo de derechos humanos, promoviendo valores democráticos, etcétera.
Nuestro trabajo fuerte empezó en 2013 y 2014. Después de un año de hacerlo con distintos grupos de la sociedad civil cubana, se formó el 22 de febrero de 2014 esta Mesa de Diálogo en la que actualmente participan 47 jóvenes de 17 organizaciones distintas, por lo que estamos muy contentos, ya que día a día va creciendo. En ese entonces eran 12 organizaciones de la sociedad civil y desde ese momento empezó a crearse como un espacio de participación y debate sobre los valores democráticos. Luego en Cuba se crearon distintas iniciativas y proyectos.
¿Qué tipo de organizaciones participan? ¿Hay alguna organización política o son todas sociales?
Hay desde organizaciones culturales, sociales y partidos políticos hasta periodistas independientes y jóvenes que no son de ningún partido, simplemente buscan un espacio de participación donde son escuchados, donde pueden presentar propuestas e iniciativas, que es lo que hace falta en Cuba.
¿Por qué una persona como vos, que no posee poder político o militar, tiene problemas o incidentes dentro de Cuba?
Yo creo que el régimen teme a cualquiera que vaya a promover valores democráticos o animarse a hablar de política dentro de Cuba.
La primera vez que entré, fui a un seminario de políticas públicas con una visa oficial; pero la última vez tuve problemas luego de haberme entrevistado con distintos miembros de la sociedad civil, algo que en cualquier país libre del mundo se puede hacer. Eso no debería estar prohibido.
Todos buscan un espacio porque el régimen controla todos los ámbitos de la vida.
En Cuba está prohibido que uno entrando con visa de turista se reúna con la sociedad civil. Ni siquiera estamos hablando de partidos políticos de oposición que busquen el cambio de régimen, sino de personas que trabajan valores religiosos como [el líder católico] Dagoberto Valdés, quien es el director de la revista Convivencia que promueve valores de coexistencia no solo entre personas que piensan distinto, es decir, con distintas ideologías, sino también valores cívicos de solidaridad y cooperación. Es muy amplio, y sin embargo es considerado ilegal.
¿En cuál ámbito observas un mayor nivel de disidencia con el régimen?
Yo creo que en Cuba todo es una expresión [de disidencia], incluso la inteligencia política de los jóvenes que van a la calle a la noche y están todos tatuados, beben y pasan toda la noche allí. Aunque se consideren apolíticos, están manifestándose. Los raperos también la hacen, porque todas las personas buscan un poco más de libertad.
Mas allá de la política, buscan un lugar donde poder tocar su música libremente, donde no se sientan observados ni controlados constantemente. Las mujeres, los trabajadores… Todos buscan un espacio porque el régimen controla todos los ámbitos de la vida.
¿Le aconsejarías a la gente que visite Cuba?
Sí, pero que conozca la verdadera Cuba. Yo me he encontrado con otros argentinos en la playa y no se ponen realmente a hablar con la gente sino que ven lo que quieren ver.
Yo he recorrido los hospitales y no es lo que quiere el régimen promover como si fuese la primera potencia de la medicina mundial, ni mucho menos. Habitaciones que se caen a pedazos, los pacientes se tienen que llevar sus propias sábanas, hay ratas…
¿Tomaste registro de todo eso?
Coincido con Obama que Cuba ya sufre demasiadas penurias por las restricciones que impone el propio régimen para que también sufran las restricciones de terceros países.
No, lamentablemente no tengo registro personal sino de otras personas. Yo cuando fui lo hice gracias a Hilda Molina, que todavía se encontraba en Cuba. Visité médicos, hospitales del cubano común y vi su estado catastrófico. Estos no son los hospitales normalmente visitados por los extranjeros.
Los médicos ilegalmente cobran para hacer consultas más rápido porque no hay actividad privada por fuera del control del Estado. El médico no puede cobrar sus servicios de forma independiente. Aquel cubano que quiera acceso rápido termina pagando al médico por izquierda.
¿Qué piensas de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba?
Es polémico y entiendo mucho las críticas que han pronunciado los miembros de la sociedad civil, tanto dentro como fuera de Cuba, que no se puede negociar con un régimen así. Tenemos que pensar por qué Cuba accede a negociar nuevamente con Estados Unidos.
¿Por qué ahora? Cuba está en total bancarrota y el régimen le ha echado la culpa al embargo todo estos años de las miserias provocadas por un sistema económico socialista que obviamente fracasó.
Veo un dejo de esperanza, de que el cambio es inevitable, pero Cuba debe permitir que los cubanos tengan acceso al mundo. Coincido con Obama que Cuba ya sufre demasiadas penurias por las restricciones que impone el propio régimen para que también sufran las restricciones de terceros países.
El pueblo en las calles de Cuba lo vio con esperanza de cambio. Aunque el régimen sigue reprimiendo igual.