Por César Oropeza
Como muchas de las más sangrientas historias de terror, la que hoy se desarrolla en Carolina del Sur -en el suroeste de los Estados Unidos– tiene su origen en oscuras maldiciones ancestrales que, enquistadas en el alma humana, de tanto en tanto, regresan para reclamar sus diezmos en la forma líquida.
No descansarán las penosas almas de los bolcheviques hasta que la sangre de sus enemigos corra por las calles. Spoiler alert: el enemigo es usted.
Los puños cerrados o kulaks (kurkulis en ucraniano), eran agricultores de la era preindustrial durante el Imperio ruso, y la temprana Unión Soviética, que de alguna manera habían podido hacerse con un poco más de 3 hectáreas de terreno, justo antes de la revolución bolchevique.
De inmediato el kulak, o tenedor de tierras, fue demonizado y tildado de anti-revolucionario solo por su carácter de propietario. Kulak significa “puño cerrado” y no fue precisamente por alzar sus puños en desacato a la autoridad que se les empezó a llamar así.
El mote viene dado por la simple razón de no querer entregar al gobierno de turno, las tierras que de manera justa -y por acción de la corona rusa y la reforma agraria del Jefe del Consejo de Ministros Stolipyn–, se habían ganado.
Lo del puño cerrado no era por contestatarios, sino por “agarrados”.
Así comienza la dekulakización. Un proceso de homogeneización hacia abajo que no irónicamente se llevo a cabo a punta de coñazos.
¿Les suena?
¡Sonríe! Estás en cámara escondida
Comandados por su fundador -y temerario líder espiritual–, James O’Keefe, Project Veritas, es un grupo de investigación periodística dedicado a exponer hechos de corrupción en los Estados Unidos de Norteamérica.
Si bien suena a que esta debería ser la labor de cualquier organización periodística de ese país, Project Veritas no solo resalta por la valentía de su trabajo, sino por utilizar métodos tan particulares como efectivos.
Veritas, usando la técnica de periodistas infiltrados, soplones -y el uso de la tecnología para colocar cámaras escondidas en lugares inimaginados– ha expuesto, por ejemplo, las supuestas operaciones de tráfico de órganos humanos de la organización abortera, Planned Parenthood, el ocultamiento premeditado de los casos de tráfico de menores del finado Jeffrey Epstein, por parte de ABC News (Disney), y la desviación algorítmica de Google en contra de contenidos de corte conservador en todas sus búsquedas y plataformas.
Asado chileno al estilo de Santiago
No son poco notorios los estragos que se han sucedido en Chile por la acción detonada desde las aquelarres soroístas del Foro de São Paulo. Las iglesias en cenizas, los millones de millones de dólares en daños a la propiedad privada y la zozobra causada en la población, son ejemplos claros de lo que la nueva izquierda quiere lograr ahora en una nueva y muy bonita locación.
“Los Gulags y la persecución de los kulaks ha sido exagerada”. “Si este presidente vuelve a elegirse, las put*s ciudades arderán”. “Es desafortunado que tengamos que hacer planes con acciones extremas… no queremos asustar a la gente, hay que ir tanteándolos antes de pasar a las cosas más locas, estilo antifa o chalecos amarillos”. “Vamos a necesitar militancia, ya que será necesario destruir propiedad privada”.
Estos no son verbatims extraídos de extremistas chilenos, o del discurso incendiario de algún dictador bananero, son palabras textuales (después de mi traducción) de Daniel Taylor y Mason Baird, ambos productores de campo empleados en la sección de Carolina del Sur de la campaña del millonario de izquierda y precandidato presidencial por el Partido Demócrata, Bernie Sanders.
Repito, no son pasantes ni voluntarios. Son empleados.
En un video publicado apenas el 28 de enero, Project Veritas, infiltrado en las oficinas de la campaña, muestra el testimonio involuntario pero calcinante y sincero de los jóvenes trabajadores.
Ante la inminente caída en desgracia de la campaña de Joe Biden -ya que, durante los testimonios en el Senado, mientras se lleva a cabo la destitución a Donald Trump, ha salido a la luz pública un escándalo de corrupción, relecionado a su hijo Hunter Biden y a la empresa gasífera más grande de Ucrania, Burisma, Sanders se convierte en la única opción viable para la nominación por el Partido Demócrata de los Estados Unidos.
Increíblemente, las luces que echan James O’Keefe y su equipo de investigadores sobre los pliegues de la campaña de Sanders, hacen ver a uncle creepy como una opción menos peligrosa, en la carrera hacia la Casa Blanca.
Shadow banning
Este escándalo, que podría estar circunscripto a la organización en el estado sureño, al parecer no es excepción sino regla. Los propios trabajadores de Sanders aseguran en el video que Bernie no solo está de acuerdo sino que, a todas luces, ese es su plan “más allá de los resultados de la contienda electoral”. Derrumbar las estructuras del Gobierno Federal, abolir la propiedad privada y tomar el poder por la fuerza si fuera necesario.
¿Por qué usted no ha leído o visto esto en CNN, en el WaPo o en el NYT? Es una pregunta muy inquietante, pero más lo es que no lo haya visto en FOX News.
En servicio de la verdad, acá está un link para ver el aterrador video de Project Veritas. Está en inglés, pero no se preocupe, amigo kulak, si activa la opción de los subtítulos podrá usted leer la palabra fire (fuego) varias veces.
César Oropeza es escritor y director de cine.