Río de Janeiro, 29 jul (EFE).- Brasil acumuló en el primer semestre de 2019 un déficit nominal en sus cuentas públicas de 186 400 millones de reales (unos 49 562,9 millones de dólares), valor en un 14,05 % inferior al saldo negativo del mismo período de 2018, informó este lunes el Banco Central.
El saldo negativo en la diferencia entre los ingresos y los gastos del sector público brasileño en los primeros seis meses de este año se redujo en un 22,71 % en la comparación con el del mismo período de 2017, según los datos del organismo emisor.
La fuerte caída del déficit fiscal refleja el éxito de las medidas adoptadas por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro para sanear las cuentas públicas, uno de sus principales objetivos.
Desde que asumió su mandato, el 1 de enero pasado, Bolsonaro ha impulsado una política económica de corte liberal que buscar reducir el tamaño del Estado, privatizar estatales que no son estratégicas y recortar los gastos para disminuir el déficit público y el peso de la deuda.
El Ministerio de Economía ya anunció dos recortes por un valor total de 31 224 millones de reales (unos 8 326,4 millones de dólares) en los gastos públicos previstos en el presupuesto aprobado por el Congreso el año pasado.
Bolsonaro también presentó al Congreso un proyecto de reforma al régimen de pensiones y jubilaciones, que es considerado vital tanto para sanear las cuentas públicas brasileñas como para impulsar la economía, y que ya pasó por su primera votación en la Cámara baja.
El déficit del sector público brasileño acumulado en lo que va de este año equivale al 5,35 % del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil, por debajo del 6,53 % del PIB al que era equivalente en el primer semestre del año pasado y del 7,53 % del mismo período de 2017.
Según el informe divulgado por el Banco Central, el déficit público nominal de Brasil en los últimos doce meses hasta junio sumaba 456 894 millones de reales (unos 121 192 millones de dólares), el menor valor en lo que va del año y equivalente al 6,54 % del PIB.
Brasil registró en 2018 un déficit nominal en sus cuentas públicas de 487 442 millones de reales (unos 124 985,1 millones de dólares), valor equivalente al 7,14 % del PIB y el menor en los últimos cuatro años.
El déficit fiscal de Brasil llegó a ser equivalente al 10,22 % del PIB en 2015 y al 8,98 % del PIB en 2016, pero se redujo por las medidas fiscales impulsadas por el entonces presidente, Michel Temer, que decretó la congelación de los gastos públicos, y ahora reforzadas por Bolsonaro.
En el mes de junio el saldo negativo en las cuentas públicas fue de 30 102 millones de reales (unos 7 984,61 millones de dólares), un valor en un 48,05 % inferior al del mismo mes del año pasado.
El saldo nominal de las cuentas públicas mide la diferencia entre los ingresos y los gastos del Estado en general, incluyendo los del Gobierno central, las empresas estatales y de las administraciones regionales y municipales, así como los recursos destinados al pago de intereses de deuda.
El Banco Central informó igualmente que la deuda bruta del sector público brasileño subió en marzo hasta 5,498 billones de reales (unos 1,458 billones de dólares), valor equivalente al 78,7 % del PIB, con una ligera subida con respecto al 77,2 % del PIB al que era equivalente en diciembre pasado.
La deuda bruta del Estado brasileño, sin embargo, llegó a ser equivalente al 79,1 % del PIB en abril pasado, su mayor nivel desde que el dato comenzó a ser medido con los actuales criterios en diciembre de 2001.
El elevado valor de la deuda bruta del Estado brasileño es uno de los indicadores que más preocupa a las agencias de calificación de riesgo, ya que, de acuerdo con los datos del Fondo Monetario Internacional, la deuda bruta de otros países emergentes como Brasil no supera el 50 % del PIB.