Sao Paulo, 7 feb (EFE).- La inflación de Brasil desaceleró el pasado mes de enero, cuando fue del 0,21 %, tras haber avanzado un 1,15 % en diciembre de 2019, informó este viernes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).
El resultado de enero de este año fue el menor para este mes desde la instauración del Plan Real de ajuste económico, que en 1994 le puso fin a años de hiperinflación, según el comunicado del organismo estatal.
La inflación llegó al 4,19 % en el acumulado en los últimos doce meses del año, por debajo del 4,31 % registrado en los doce meses inmediatamente anteriores.
La disminución de la inflación en enero se debió principalmente a la caída del precio de la carne, que bajó un 4,03 %, tras el alza del 18,06 % de diciembre debido al aumento de las exportaciones a China y a la apreciación del dólar.
En enero “percibimos un retroceso natural de los precios, a medida que la producción va restableciéndose para atender el mercado interno”, señaló el gerente del Ibge, Pedro Kislanov, en un comunicado.
Las mayores alzas de precios, por su parte, estuvieron lideradas por los seguros de salud (0,60 %), los productos farmacéuticos (0,60 %) y el sector de vivienda (0,55 %).
El índice de inflación divulgado este viernes por el Gobierno midió por primera vez la alteración de los precios de servicios ofrecidos por aplicaciones como Uber, Netflix y Spotify y para ello fueron usados robots virtuales que confieren variaciones de tasas en páginas en internet.
No obstante, fueron excluidos de la cesta servicios o productos que perdieron espacio en el presupuesto de las familias, como reproductores de DVD, suscripciones de periódicos, antenas parabólicas de televisión, mantenimiento de computadores y máquinas fotográficas.
Brasil cerró 2019 con una inflación del 4,31 %, levemente por encima de la meta establecida por el Gobierno para el año, que era del 4,25 % con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales.
La inflación en Brasil cayó gradualmente tras haber alcanzado un 10,67 % en 2015 (su mayor nivel desde 2002) y un 6,29 % en 2016 y su descenso ha empujado al Banco Central a iniciar una bajada sostenida de la tasa oficial de intereses que se aceleró en 2019.
Hace cuatro años los tipos estaban en el 14,25 % anual y desde entonces se han ido reduciendo hasta el 4,25 % actual, un mínimo histórico en el país.