Un mexicano de nombre Luis comienza su día laboral al salir de su casa en Ciudad Juárez, Chihuahua todos los días a las 2:30 am para dirigirse al punto de la frontera entre México y Estados Unidos ubicado en El Paso, Texas, en donde trabaja en la construcción de placas de concreto para reforzar la barda fronteriza que divide a ambas naciones.
Según Luis, él no es el único mexicano que trabaja en el mantenimiento del paso fronterizo, de hecho la mayoría de trabajadores en dicha obra son de su misma nacionalidad y para quienes su única motivación es el dinero.
Esto pasa mientras miles de mexicanos se han expresado en contra del muro fronterizo que ha anunciado el gobierno de Donald Trump, sin embargo Luis asegura que antes que cualquier cosa, para el está la necesidad de darle sustento a su familia: “A mi no me molesta, realmente, el trabajo es trabajo” aseguró.
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“Como mexicano tengo que ganarme la vida también, como todos. Esto es lo más que puedo hacer: trabajar; tengo que trabajar para mantener a mi familia, sea en valla o en un apartamento” dijo el trabajador.
Según Luis, la jornada laboral de un día en Estados Unidos equivale a lo que se consigue en una semana de trabajo en Ciudad Juárez, México, por lo que es difícil para él dejar su empleo en dicha construcción.
Por otra parte, Luis asegura que el muro fronterizo de Donald Trump no detendrá a cientos de personas que diariamente se esfuerzan para llegar a territorio estadounidense para mejorar su situación de vida por medio del llamado “sueño americano”: “Aunque esté el muro, de uno u otra forma vamos a cruzar” dice.
Al cuestionarle si ha tenido represalias por su trabajo en la barda fronteriza, Luis dice que muchos comprenden que se trata de un mero trabajo y que esto no tiene que ver con su simpatía o no hacia Donald Trump, dice que el sentido del humor permanece en sus compatriotas cuando le dicen: “Eh, déjanos un hoyito, un pedacito abierto” a lo que él responde: “Ya les voy a cerrar”.
Fuente: Excelsior