Durante la semana anterior varias organizaciones civiles de México convocaron a dos protestas que se llevarían a cabo de manera paralela en la capital del país azteca con el fin de expresarse en contra del muro fronterizo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como de sus políticas migratorias. Las convocatorias se denominaron #MexicanosUnidos y #VibraMexico.
Las marchas que el pasado domingo 12 de febrero partirían de puntos distintos en la Ciudad de México, pero se encontrarían en el icónico monumento del Ángel de la Independencia. Sin embargo la marcha no tuvo la convocatoria esperada. No obstante el resultado se anticipaba luego de que la revista Proceso hiciera una encuesta en sus redes sociales preguntando si sus seguidores asistirían a alguna de las marchas, el 17 % dijeron que iban a asistir a alguna de las dos marchas, sin embargo un 84 % indicó que no apoyaría ninguna.
- Lea más: El plan de Barack Obama para sabotear la presidencia de Donald Trump
- Lea más: Por qué Donald Trump representa un peligro para la libertad
Durante la semana previa a dicha manifestación el 80 % de los mensajes que se emitieron sobre #VibraMéxico fueron de rechazo a la convocatoria, pero algunos de los convocantes como el historiador Enrique Krauze se expresó diciendo que “marchar proyecta al mundo una imagen de solidaridad frente a Trump; no marchar proyecta pasividad, indiferencia y hasta cobardía”.
Parte de la confusión y rechazo a las marchas fue que muchos mexicanos las interpretaron como un signo de apoyo al presidente de México, Enrique Peña Nieto, por lo que la reconocida activista Isabel Miranda de Wallace señaló en su cuenta de Twitter: “Por favor no confundir, la marcha es contra el presidente Trump, no hay otro motivo, #MexicanosUnidos es en favor de México, no es momento de distraernos”:
El diario mexicano El Universal analizó que “finalmente los análisis de sentimientos de las etiquetas utilizadas en redes sociales no arrojaron nada concluyente, no fue posible entender si el sentimiento imperante era el rechazo a Trump, el apoyo a Peña, el rechazo a Peña, la unidad nacional o la voluntad de algunos personajes por aferrarse al foro que les brindan los nuevos medios y el rechazo que genera cualquier intento de protagonismo o de capitalizar la espontaneidad con fines políticos“.
Según este importante medio, el fracaso de la convocatoria a esta manifestación se debió a que “el hartazgo social no se puede confundir con poder de convocatoria, tristemente nuestros políticos, comunicadores o ciudadanos eminentes aún no pueden comprenderlo”.
Fuente: El Universal