
Cada Cinco de Mayo en Estados Unidos se conmemora el aniversario de la batalla de Puebla de 1862, tradición iniciada por George W. Bush en 2001 con el fin de estrechar lazos con México y con la comunidad hispana en general. Curiosamente esta conmemoración se festeja con más emoción en el país gobernado por Donald Trump que en México.
Este año la celebración del Cinco de Mayo fue diferente a las realizadas en años anteriores, esto porque no se realizó en la Casa Blanca como de costumbre, que se realizaba en los jardines o en la Sala Este como hicieron otros gobernantes como Bush o Barack Obama, sino que se realizó en un edificio contiguo.
Otra de las particularidades fue el cambio en el menú, así como la ausencia del presidente Donald Trump quien delegó al vicepresidente, Mike Pence.
- Lea más: Trump promete obtener fondos para muro en 2018 mientras gasta USD $1.200 millones en seguridad fronteriza
- Lea más: Trump asegura que fue China y no Rusia quien espió al Partido Demócrata
A diferencia de la última celebración encabezada por el expresidente Obama en la que el grupo mexicano Maná amenizó la reunión y se contaba con barra libre de margaritas, en esta ocasión, el vicepresidente Pence recibió a los invitados a quienes se ofrecieron tacos miniatura, bebían cerveza o vino de marca mexicana y escuchaban a un grupo musical poco conocido.
¡Buenas tardes a todos y feliz casi Cinco de Mayo!”, dijo Pence en español, al iniciar su comparecencia en dicha celebración.
Dentro de los invitados se encontraban el embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, así como el secretario de Trabajo estadounidense, Alexander Acosta, y Jovita Carranza, quien está nominada para ocupar la Tesorería del gobierno de Estados Unidos.
Pence dio un discurso que duró 15 minutos en el que destacó las contribuciones de la comunidad hispana en Estados Unidos e indicó que “son uno de los hilos más vibrantes de nuestro tejido nacional. El presidente ha hecho de la comunidad latina una prioridad, y siempre lo será” indicó.
Esta no es la primera tradición que Donald Trump rompe ya que hace unos días no asistió a la cena de corresponsales en la Casa Blanca, hecho que había anunciado desde el inicio de su administración en enero.
Fuente: Noticieros Televisa