En los años 90 cuando se estableció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no se consideró incluir el tema energético, sin embargo en la actualidad se vive un escenario muy distinto por lo que la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, considera que en el renegociado Tratado se debe incluir.
“América del Norte tiene todo para convertirse en una potencia energética global, con capacidad de llevar energía a otras regiones” indicó la diplomática estadounidense este jueves.
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Por su parte Jaime Sierra, exsecretario de Comercio de México, y negociador del original TLCAN, expresó: “Recuerdo que enviábamos los informes de las negociaciones por fax, que en ese momento era una tecnología muy avanzada, luego hablábamos por teléfono para confirmar que el fax había llegado”.
Tanto Jacobson como Serra asistieron a una conversación pública en True Economics Talks, en conmemoración a los 40 años del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en donde llamó la atención que la embajadora estadounidense portaba un pañuelo con la mariposa monarca estampada, que es el símbolo del TLCAN.
“Creo que se puede mejorar, todos hemos aprendido mucho. Es necesario que sea un acuerdo basado en reglas, pero sobre todo es fundamental que se respeten esas reglas. Hay partes del acuerdo que no se están cumpliendo eso es algo que ha mencionado el secretario de Comercio, Wilbur Ross”, indicó Jacobson.
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Según la funcionaria, el TLCAN debe ser modernizado e incluir rubros como el comercio electrónico y fortalecer la propiedad intelectual, ya sea con dos acuerdos bilaterales o uno trilateral, pero precisó que se debe confiar que se podrá comenzar con un solo acuerdo que incluya los tres países miembros: “Lo que es muy significativo es que el secretario Ross ha dicho que el TLCAN será la primera negociación […] empezaremos con los vecinos, dijo. Eso es una buena señal”, dijo Jacobson.
“No sólo se trata de hacer una mayor integración, sino de construir una integración más inteligente” y agregó a manera de autocrítica: “No hemos atendido bien a la gente que perdió su empleo o a los que están en riesgo de perderlo”.
Fuente: El Economista