El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anuló la política de cargos criminales que había implementado el exfiscal general Eric H. Holder Jr., y ordenó este jueves, 11 de mayo, a los fiscales federales que acusaran a los imputados por narcotráfico de delitos más graves y los sentencien con penas más severas.
El memorándum de Holder fue publicado en agosto del 2013 por medio del cual instruyó a sus fiscales para que no acusaran a ciertos imputados de delitos relacionados con drogas que provocaban largas sentencias obligatorias. Los acusados que cumplían con un conjunto de criterios tales como no pertenecer a una organización de tráfico de drogas, pandillas o cárteles a gran escala, calificaron para cargas menores, y a su vez menor tiempo de prisión, bajo la política de Holder.
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Pero la nueva política de cargos de Sessions, descrita en un memorándum de dos páginas y enviada a más de 5.000 fiscales de todo Estados Unidos y todos los fiscales adjuntos en Washington, ordena a los fiscales “acusar y perseguir el delito más grave y fácilmente demostrable” y rescindir de la política de Holder inmediatamente.
El memorándum de Sesiones marca el primer esfuerzo significativo en cuanto a justicia criminal de la administración Trump para traer de vuelta las prácticas más duras de la guerra contra las drogas, que había disminuido en los últimos años con un movimiento bipartidista para deshacer los efectos dañinos del encarcelamiento masivo.
“Esta política utiliza plenamente las herramientas que el Congreso nos ha dado”, dice el memorando del fiscal general, que agrega:”por definición, las ofensas más serias son aquellas que llevan la sentencia de las guías más sustanciales, incluyendo las penas mínimas obligatorias”.
Fuente: The Washington Post