El cambio que hiciera Standard & Poor’s (S&P) a la nota de México podría llevar a que Fitch hiciera algo parecido según han indicado este jueves analistas de Bancomer y Barclays.
Marco Oviedo, economista en jefe México en Barclays, indica que la agencia Fitch, que tiene la misma calificación de S&P, considera que los riesgos de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ya habrían pasado.
En cuanto a Moody’s, Oviedo indica que es diferente ya que en dicha agencia, México tiene una nota más alta por lo que sus parámetros de calificación son distintos. Actualmente la economía del país azteca con esta agencia se encuentra en “A3” lo que indica una perspectiva Negativa.
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Por su parte, Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer, señala que con la decisión de S&P se prevé “la probabilidad de que la calificación se recorte es menor que antes y es resultado de los esfuerzos de consolidación fiscal”, también indica que “es una confirmación de que hay menos riesgo que el visto el año pasado, cuando colocaron la perspectiva en Negativa”.
Serrano también detalla que el superávit que se espera obtenga el gobierno mexicano en este 2017 favorecerá que la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) disminuya de 50 % que se registró en 2016 a un 48 % con lo que se espera termine el año en curso.
“Esta reducción de 2 % del PIB en un año es bastante positiva y la calificación en perspectiva refleja los esfuerzos fiscales y en Pemex para fortalecer la situación financiera de la empresa, que fue motivo de preocupación”, expuso.
El escenario electoral no ha influido hasta el momento, así lo evidenció S&P en su informe:
“El próximo cambio en el liderazgo político podría derivar en diferentes prioridades del gasto; no obstante, esperamos que persistan los moderados déficits fiscales. La independencia legal del banco central y el respaldo público para la institución deberían traducirse en la continuidad de una política monetaria prudente”.
Oviedo lo analiza así: “Hay suficiente tiempo para que el mercado asuma, observe e identifique los resultados de las elecciones y su impacto en el rumbo de la política económica”, refiriéndose a las elecciones presidenciales que hay en julio del 2018 y a la asunción del nuevo presidente a finales del próximo año.
En agosto del 2016, S&P había bajado la perspectiva de la calificación soberana de México de Estable a Negativa debido a la expectativa del incremento de la deuda pública, sin embargo esto ha cambiado en este año cuando la nota cambió fue revertida nuevamente a Estable debido a la recuperación del peso mexicano frente al dólar y “la rápida reacción de las autoridades gubernamentales mexicanas a los recientes shocks negativos de la economía mexicana”.
Fuente: El Economista