
El sismo de 7,1 grados de intensidad que causó devastación en varios estados de México, desplomó el edificio de una escuela privada que funcionaba en la calle Rébsamen 241, en la colonia Narvarte de la Ciudad de México, lo que provocó la muerte de al menos 20 niños que perdieron la vida entre los escombros.
Sin embargo, el que este edificio se haya desplomado no fue una sorpresa para muchos, ya que las denuncias de fallas en la edificación se habían denunciado desde hace tres años, pero las autoridades de la delegación Benito Juárez, a la que pertenece la colonia Narvarte, minimizó estos reclamos.
Este lunes, el actual jefe de la delegación en mención, Christian Von Roerich, detalló que el personal de dicha localidad determinó hace tres años que “el inmueble sí tenía daños estructurales y debían corregirse, dictamen que fue formalmente notificado” a los vecinos.
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Pero el dictamen mencionado por el jefe delegacional indica en sus concluciones que “no hay afectaciones en la estructura del conjunto” y el espacio del mismo en donde debía especificarse el grado de riesgo que corría el edificio, fue dejado en blanco. Esto contrasta con lo declarado por Von Roerich.
Además, la delegación realizó esta notificación de manera verbal a la conserje del edificio, sin hacer llegar a los dueños del inmueble ninguna notificación que constara de las labores realizadas.
En el documento que data del sismo de 6,6 grados que se registró el 8 de mayo del 2014, detalla que el edificio presentó: “separación de juntas frías en escaleras de acceso peatonal y rampa de acceso vehicular que específicamente se manifiesta en todo el parámetro del predio, donde comienza la vía pública”.
Además especifica que el edificio tenía: “Fisura en jardinera, despredimiento de aplanado en muro”, mientras que en el cubo de la escalera de la planta baja había una “separación de juntas de rampa de escalera y losa”.
“Este reporte lo interpusimos hace tres años, nos comunicamos por Twitter con el entonces delegado en Benito Juárez, Jorge Romero, le mandamos varios mensajes y nunca los respondió. Entonces, nos dimos a la tarea de contactar directo al personal de Protección Civil de la delegación, y estuvimos llamando varias veces, nos daban un teléfono, y luego nos decían que ahí no era y nos daban otro número, y así nos enviaron mandando de uno a otro, pasamos como con cuatro áreas distintas, antes de que por fin nos atendiera Protección Civil de Benito Juárez”, dijo una de las habitantes que pidió mantenerse en el anonimato.
El edificio donde funciona la institución educativa se inauguró en la década de los ochenta y se construyó en varias etapas. El edificio que cayó fue el último en construirse. Otra de las construcciones, de magnitud similar se sostiene, pero está apuntalada. Las obras de ampliación se detuvieron por presuntas irregularidades y se decretó una clausura por exceder la altura permitida para una escuela, detalla el diario Reforma. Los vecinos han acusado a los dueños del Enrique Rébsamen de ignorar los sellos de clausura y seguir con la remodelación del inmueble durante los fines de semana.
Por su parte el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, dijo que se abrirá una investigación para esclarecer el derrumbe aunque justificó que la revisión de los edificios depende del gobierno local.
Fuentes: Animal Político, El País