El régimen cubano, liderado por Raúl Castro, no cesa su persecución en contra de sus opositores. Puntualmente, en contra de los comunicadores. En días recientes le tocó el turno a Rolando Ferrer Espinosa, abogado y escritor reconocido con el Premio de Narrativa Reinaldo Arenas.
Ferrer Espinosa fue detenido la mañana del pasado 9 de noviembre y trasladado a la Unidad Provincial de Investigaciones Criminales y Operaciones (UPICO) de Villa Clara. Al acusado se le imputa el cargo de “peligrosidad social predelictiva”.
Respecto a su detención, el abogado y activista detalló: “Me preguntaron sobre mi actividad en redes de cultura inclusiva y los derechos de las personas con discapacidad dentro de Cuba”.
Su detención se dio después de que se presentara el pasado mes de septiembre ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para presentar un informe sobre la situación de las personas con discapacidad en Cuba, de lo que recuerda que realizó una “exposición extensa” de los casos en que se han violado los derechos humanos de las personas con discapacidad en el país caribeño.
Según detallaron medios locales, durante el interrogatorio que fue hecho al opositor se le preguntó sobre su libro Tiniebla de Soledad, en el que narra su experiencia durante los nueve años que fue preso político en la cárcel de máxima seguridad Alambradas, de Manacas.
Periodista independiente fue detenido arbitrariamente por 72 horas
Mientras tanto, el periodista independiente Osmel Ramírez Álvarez fue detenido en su casa dehabitación el pasado viernes 10 de noviembre y lo mantuvieron incomunicado por 72 horas, ya que fue liberado la tarde de este lunes sin cargos luego de que fuera amenazado de ser imputado por “propaganda enemiga”.
Según reveló su esposa, Idalia Torres Carballosa, el periodista estuvo detenido en la Unidad de Delitos contra la Seguridad del Estado en la capital provincial.
Torres Carballosa detalló que además de llevarse detenido al comunicador, realizaron una detallada inspección en su casa y se llevaron confiscados herramientas de trabajo, dentro de las que se encuentran su computadora, discos duros, papeles y libros.
Al periodista se le acusó en el momento de cometer “delitos en contra del Estado” por sus escritos, sin embargo, las autoridades que se lo llevaron, que comprendían un contingente de alrededor de 10 personas, no dieron más información al respecto ni permitieron que la familia tuviera contacto con el opositor.
“En los días que pasé en Pedernales no me interrogaron, solo hablaron conmigo antes de salir. Estuve en una celda con cinco presos comunes sospechosos de crímenes, de robo con fuerza, con antecedentes penales, pero fueron muy solidarios conmigo”, dijo Ramírez Álvarez a medios locales al salir el libertad.
El comunicador refrendó lo expresado por su esposa, debido a que tanto él como sus compañeros de celda se encontraban “completamente aislados del mundo”, ya que no les permitían contacto con el exterior.
A pesar de que el Gobierno de Estados Unidos sigue presionando al régimen de Cuba para que garantice el respeto a los derechos humanos de los opositores, Castro parece haber incrementado su persecución contra estos, y las prácticas de la “vieja usanza” no dejan de ser denunciadas, dentro de estas se encuentran la tortura, cargos sin sustento legal y aislamiento.
Fuentes: Cubanet, Marti Noticias, Diario de Cuba